El 30 de marzo de 2023 el anterior equipo de gobierno de Tortosa de Meritxell Roigé, a escasos días de las elecciones municipales, inauguraba el Espai Joan Moreira en las instalaciones de las antiguas fábricas SAMO y SAMAR.
En aquel momento, el espacio se presentaba como un nuevo equipamiento destinado a usos sociales y culturales para el municipio que constaba de una gran sala polivalente con capacidad para 372 personas y que acogería obras de teatro, conferencias, simposios, exposiciones o actuaciones musicales. Además, la nave sumaba todo un espacio posterior con locales de ensayo, servicio de bar y vestuarios para diferentes entidades del folclore popular como los Castellers de Tortosa, Lo Golafre, los diablos Lucifers o la Asociación 4+1 de los Gaiters de l’Aguilot. Aparte de la inauguración del Espacio Tiempo para Tú, un servicio de canguraje municipal.
Ahora, dos años más tarde, el alcalde de Tortosa, Jordi Jordan, y la concejala de Cultura, Mar Lleixà, anuncian su cierre preventivo tras haber encontrado graves incumplimientos con las normativas de seguridad antiincendios, de accesibilidad y de eficiencia energética.
El equipamiento, que ya había estado recientemente en el centro de la polémica tras su cambio de nombre para evitar vincularlo con personalidades vinculadas al franquismo, estaba utilizándose como espacio alternativo a donde reubicar buena parte de la programación estable del Teatro Auditorio Felip Pedrell, a raíz de las obras de ampliación del mismo. Y este hecho fue determinante para que diferentes compañías teatrales, personas a título individual o formaciones musicales expresaran su cariño en el consistorio sobre el cumplimiento de las normativas y la detección de ciertas deficiencias.
Así pues, tal y como ha explicado Jordan, en el mes de noviembre se encargó un informe externo a la consultoría técnica INOR con el fin de saber en qué condiciones se encontraba. El informe, de más de 500 páginas, ha sido también revisado por los técnicos municipales que concluyen que no cumple con las vigentes normativas.
Se estima que el coste total de las inversiones necesarias que se deberían realizar para facilitar su reapertura son de 37.000 € (si el aforo se limita a 99 personas), 93.500 € (si el aforo se limita a 299 personas) y de 256.000 € (si se mantiene el actual aforo de 372 personas).
Algunas de estas actuaciones de mejora son: la instalación de una alarma antiincendios, implementar un sistema de extinción con bocas de incendio equipadas, disposición de extintores por toda la sala, instalación de sistemas de extinción de incendios, el uso de pinturas ignífugas en las paredes, la eliminación de las barreras arquitectónicas para personas con sillas de ruedas, la adaptación de los WC a la actual normativa, señalización de salidas de emergencia adaptadas y acondicionar rutas de evacuación del edificio, mejora y adecuación de toda la instalación eléctrica del equipamiento o mejora del sistema de climatización del edificio, entre otros.
“Actuaremos en responsabilidad ante el nuevo bache de Roigé. El pasado nos devuelve como un bumerán y, ahora, tenemos que arreglar de nuevo los guiños del anterior gobierno“, ha remachado Jordan detallando que la decisión del cierre “no ha sido fácil porque nos encontramos en un momento en el que están en marcha las obras del Auditorio y teníamos reubicados varios espectáculos”. En este sentido, el concierto de las Juventudes Musicales que estaba previsto para este sábado se trasladará al Centro Cívico de Ferrerías, mientras que el maratón de los Donantes de Sangre del Banco de Sangre y Tejidos de Les Terres de l’Ebre tendrá lugar en el vestíbulo de la URV.
El alcalde ha explicado también que se iniciarán ahora los trámites para declarar la fábrica como BCIL (Bien Cultural de Interés Local) y poder acceder así a líneas de ayudas y subvenciones. Además, ahora también contactarán con los bomberos para que realicen un informe para las medidas antiincendios. Además, para ejecutar estas obras que no estaban previstas, el consistorio deberá solicitar una modificación presupuestaria que deberá aprobarse en sesión plenaria.
Jordan ha querido recordar también que “fue un equipamiento que se inauguró a correr antes de las elecciones municipales y que algunos de los trabajos fueron realizados por la propia brigada municipal”. Ya en aquel momento algunos de los trabajadores de la brigada, bajo las órdenes del entonces concejal de Servicios, Domingo Tomás, ya manifestaron sus quejas por hacerlos trabajar fuera de sus horarios para alentar a correr las obras. Algunos de los trabajos que se quedaron a medias, por ejemplo, fueron los de la instalación de las ventanas de la planta superior que aún llevan el etiquetado de ser unos cristales provisionales, ya que los definitivos nunca llegaron a instalarse.
Además, según la propia exalcaldesa, Meritxell Roigé, el día de la inauguración del equipamiento agradeció públicamente a la empresa Kronospan su ayuda con el montaje de la sala y el escenario indicando que los paneles de madera que se habían usado eran de ellos. Ahora, sin embargo, nadie ha sido capaz de encontrar la factura que lo justifique.
Unos paneles de madera que no son precisamente ignífugos y que también se usaron para las estructuras encabalgadas de todo el techo. En caso de producirse un incendio, pues, serían perjudiciales y sólo contribuirían a avivar aún más la propagación del fuego. Además, justo por detrás pasa, sin ningún tipo de precaución, todo el cableado de la instalación eléctrica que, en caso de un corto-circuito, volvería a provocar con facilidad un posible incendio de los paneles.
Cabe remarcar también que el estudio encargado por el Ayuntamiento, de momento, se limita a estudiar la parte de la sala, los aseos y el vestíbulo y que no ha tenido en cuenta cuál es el actual estado de los locales de ensayo de las entidades culturales ni del área del servicio de canguraje municipal que hemos descrito anteriormente. Muy posiblemente estos espacios tampoco están cumpliendo con la normativa y, por ello, fuentes municipales apuntan que se tendrá que estudiar y reubicar a todos estos usuarios de las instalaciones. De hecho, Lejártiplo ya ha avanzado que próximamente se trasladará el servicio de canguraje a otro punto de la ciudad mucho más accesible para las familias.
Faltará ver, pues, durante cuánto tiempo se queda paralizado el equipamiento de la antigua SAMO-SAMAR, cómo se acuerda sacar adelante las obras y, quién sabe, si quizás ahora es el momento de retomar conversaciones con el Ayuntamiento de Roquetas que, en declaraciones a este medio, se había mostrado interesado en mancomunar el servicio de explotación de este equipamiento para hacer un uso también su municipio.