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Tarragona ha comenzado hoy el nuevo itinerario alternativo por las obras en el túnel de Roda de Berà.
A partir de ahora y hasta principios de marzo los usuarios del ferrocarril tendrán que subir a un bus para hacer el trayecto de Tarragona a Sant Vicenç de Calders, donde les esperarán los trenes para llegar a Barcelona.
Precisamente, la capital de la provincia cuenta con dos paradas para coger el bus.
Una en la avenida Roma por quienes hacen el viaje Tarragona-Barcelona y con buses directos hasta Sant Vicenç de Calders.
La otra en la misma estación de Tarragona, por los usuarios de Renfe que deben interrumpir su trayecto en ese punto.
Los buses que salen de allí tienen parada en Altafulla y en Torredembarra.
Poco antes de las ocho de la mañana, el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ha valorado los primeros viajes que se han hecho desde la ciudad.
El edil ha expresado “satisfacción” por el operativo y ha asegurado que ajustarán algunas cosas como la saturación que pueden sufrir los autobuses municipales a la salida de la estación.
Viñuales ha destacado también el gasto de este plan alternativo y asegura que desde el Ayuntamiento “fiscalizarán” que todo funcione correctamente.
Además, el alcalde es prudente con estas primeras jornadas y apunta que muchos usuarios han optado estos primeros días por el coche a la espera de cómo funciona el plan.
