El Parlament llega al debate de investidura de Salvador Illa con la incertidumbre por una posible detención de Carles Puigdemont en su regreso del exilio, un escenario que alteraría el orden previsto en la cámara catalana.
A las 10 h está convocado el pleno, y una hora antes, a las 9 h, está prevista la aparición del expresidente y diputado de Junts en un acto de “recibimiento institucional” en el paseo de Lluís Companys de Barcelona.
En el caso de que la sesión se celebrase, el candidato podría ser investido este mismo jueves por la tarde, sustanciando el debate en un solo día.
En cambio, una eventual privación de libertad de Puigdemont, haría que el presidente Josep Rull suspendiera la sesión, como se han mostrado favorables varios grupos como Junts o los Comunes.
Si el pleno se acaba celebrando, según fuentes parlamentarias, la previsión es que el debate dure entre 7 y 8 horas.
Arrancaría con la intervención inicial del candidato a la presidencia —sin límite de tiempo—, que se sustanciaría por la mañana.
Por la tarde vendrían las réplicas de todos los grupos parlamentarios, y otra vez la réplica del candidato.
Si el candidato decidiera responder uno por uno a cada grupo parlamentario, sin embargo, la duración de pleno podría alargarse mucho más porque se abriría una nueva ronda de turnos donde cada grupo tendría el mismo tiempo que Illa y sí podría ser necesario hacerlo en dos días.
Esta sería, sin embargo, una decisión del propio Illa.
Al finalizar el debate, tendría lugar la primera votación, donde es necesaria mayoría absoluta. Con los escaños del PSC, ERC y los Comunes, Illa dispone de los 68 de los 135 diputados necesarios para ser investido en primera vuelta.
En cambio, si Puigdemont fuera detenido antes de su llegada al Parlament, Josep Rull podría llegar a suspender el debate de investidura si éste no ha empezado.
Podría hacerlo fijando una nueva fecha o sin fijarla.
El único límite temporal son los dos meses de la cuenta atrás para la investidura, un plazo que expira el próximo 26 de agosto.
No obstante, dos grupos podrían forzar la convocatoria de una Diputación Permanente o Junta de Portavoces para reagendarlo.
Últimas investiduras marcadas por la justicia
Desde el restablecimiento de la Generalidad con el fin del franquismo, el Parlament ha celebrado 13 debates de investidura exitosos, los que eligieron Jordi Pujol (1980, 1984, 1988, 1992, 1995, 1999), Pasqual Maragall (2003), José Montilla (2006), Artur Mas (2010, 2012), Carles Puigdemont (2016), Quim Torra (2018) y Pere Aragonès (2021).
En 9 fueron investidos en primera votación por mayoría absoluta, y en 4 en segunda vuelta por mayoría simple. Sólo en dos casos fue tumbado el candidato: Artur Mas en 2015 y Pere Aragonès en el primer intento en 2021.
Sin embargo, desde el paso junto a Artur Mas en 2016 en favor de Carles Puigdemont, las investiduras han estado marcadas por la inestabilidad y posteriormente también por la acción judicial.
En 2018, ya en el exilio, se aplazó el debate de Carles Puigdemont, y no llegó a celebrarse.
Lo mismo pasó con la propuesta de Jordi Sànchez, que se encontraba en prisión.
En cambio, en el caso de Jordi Turull, se llegó a celebrar una primera votación, donde no consiguió mayoría absoluta, y se acabó suspendiendo porque ingresó en prisión provisional antes de la segunda vuelta.