El Consejo Nacional de ERC ha aprobado el reglamento que permitirá consultar a la militancia en caso de que haya un acuerdo de investidura. La formación ha validado las bases para regular las consultas que la dirección del partido considere oportunas, como podría ser el caso de un pacto para investir presidente de la Generalitat. Según este reglamento, la votación podrá ser electrónica, pero se podría habilitar también puntos de votación presencial. ERC informó el 29 de mayo de que en este Consejo Nacional fijaría las bases de la consulta a la militancia para que tuvieran la última palabra en caso de llegar a un hipotético acuerdo de investidura.
De momento la formación no ha cerrado la pregunta ni el calendario de la consulta. De hecho, el reglamento se aprueba cuando todavía no hay ningún pacto para la investidura ni con el PSC, ni con Junts.
Esta semana que viene está previsto que comiencen las negociaciones formales para la investidura. ERC ya ha confirmado que en los próximos días tiene previsto reunirse tanto con los socialistas como con la formación liderada por Carles Puigdemont. De todas maneras, los republicanos han lamentado que ninguno de los dos partidos les ha planteado ninguna propuesta, de momento.
En una intervención al inicio del Consejo Nacional de este sábado la secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha fijado la financiación singular como condición para la investidura de Salvador Illa y ha remarcado que es “el mínimo exigible”. También ha advertido de que si el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, “no mueve ficha” en esta cuestión, el apoyo de ERC será “muy difícil”.
La reunión del Consejo Nacional llega cinco días después de la constitución de la Mesa del Parlament, con un acuerdo entre el independentismo para que Josep Rull presida la cámara. También coincide con un momento de plena la división interna en ERC sobre la entrada en el gobierno de Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona. De hecho, ERC Barcelona tenía previsto celebrar un congreso el jueves, pero se tuvo que aplazar después de que la militancia desbordara todas las previsiones.
