Las autoridades han reabierto el caso sobre la desaparición de Madeleine McCann, la niña británica de 4 años que desapareció sin dejar rastro en el Algarve Portugués en el año 2007 y que se convirtió en uno de los casos de desapariciones más mediáticos de la historia.
El principal sospechoso del caso, el alemán Christian Brueckner, cumple actualmente una pena de prisión por un delito de agresión sexual cometido también en Portugal en el año 2005. Sin embargo, su salida de la cárcel está prevista para septiembre de este año y las autoridades han acelerado la investigación sobre Madeleine para intentar encontrar suficientes pruebas para incriminarlo.
Hasta ahora, aunque hay muchas sospechas, no hay ninguna prueba con suficiente entidad para relacionarlo con la desaparición y probable muerte de la pequeña. Por este motivo, la Policía ha iniciado una nueva búsqueda en la zona donde desapareció Madeleine, que hoy tendría 22 años.
La Fiscalía puso en marcha la Operación Grange para buscar evidencias y, según “The Mirror”, la búsqueda podría haber dado algunos frutos. El medio indica que “la policía portuguesa encontró dos armas enterradas durante los allanamientos. También ropa y restos de huesos”.
«El fiscal jefe de Braunschweig, Hans Christian Wolters, ha expresado que la cooperación entre las autoridades portuguesas y alemanas durante la última búsqueda de Madeleine McCann ha sido “muy constructiva”. Se había pedido el arresto como parte de sus continuos esfuerzos para encontrar pruebas que incriminen al principal sospechoso», añade el medio.
De momento, los forenses están analizando todas las nuevas pruebas localizadas en la zona mientras la familia espera que, por fin, se pueda esclarecer que pasó con Madeleine McCann en el año 2007, cuando la niña desapareció de la habitación de hotel donde estaba durmiendo con sus hermanos mientras sus padres soñaban en un restaurante próximo.