El Partido Laborista ha arrasado en las elecciones generales británicas que se han celebrado este jueves. Los resultados confirman la amplia mayoría que los sondeos a pie de urna han avanzado para el partido liderado por Keir Starmer y también certifican el hundimiento del Partido Conservador, que se encamina a su peor resultado tras 14 años de hegemonía. Con el recuento aún en marcha, a primera hora de la mañana, los laboristas ya habían alcanzado la mayoría absoluta necesaria y se encaminaban a cerrar la jornada a una cifra cercana a los 410 escaños apuntados en la encuesta. Starmer ha defendido que “el cambio ha empezado” mientras que el líder conservador, Rishi Sunak, ha admitido la derrota sin paliativos: “Hay mucho que reflexionar”, ha dicho.
De acuerdo con las proyecciones de la BBC, la desfachatez de los conservadores los encamina hacia su peor electoral desde la creación del partido, con alrededor de unos 140 diputados. Pasadas las 7 de la mañana, los de Sunak aún no habían llegado al centenar. De hecho, entre los conservadores que se han quedado sin escaño está el secretario de Justicia, Alex Chalk, que es el primer miembro del ejecutivo que queda fuera de la cámara. El mismo camino ha seguido el secretario de Defensa, Grant Shapps, que ha caído ante el candidato laborista en Welwyn Hatfield, o el líder de los conservadores escoceses, que tampoco ha podido ganar escaño.
Por el contrario, figuras relevantes del Partido Laborista, como su número dos, Angela Rayner, han ganado ya el escaño. El propio Starmer también lo ha hecho, mientras Jeremy Corbyn se ha impuesto a sus antiguos compañeros de partido en Islington North, en Londres, donde se presentaba como independiente.
Los laboristas de Keir Starmer están camino de obtener la mayor distancia con los conservadores en casi 30 años. Ahora bien, Starmer no llegaría a conseguir los 418 escaños logrados por Tony Blair en las elecciones de 1997, según las proyecciones.
Los resultados también apuntan al ascenso de los liberales, que con el recuento aún en marcha ya tienen 58 diputados, una cifra que según las proyecciones podría llegar hasta los 66.
Farage consigue el escaño
El recuento también confirma la irrupción del nuevo Partido Reformista del ultra Nigel Farage en la cámara de los comunes. El líder de Reform consigue así entrar en el parlamento de Westminster tras siete intentos fallidos en los que había quedado fuera por las dificultades de alcanzar mayoría según el sistema electoral británico. Farage ha ganado el escaño en Clacton -donde su antiguo partido UKIP ya había conseguido imponerse antes- con una mayoría del 46% y se convierte así finalmente en diputado.
La irrupción del partido de Farage en la cámara, sin embargo, ya se había confirmado antes durante la madrugada con la elección de Lee Anderson, que ha sido el primer electo de la formación en Ashfield. “Quiero que vuelva mi país y Ashfield puede jugar su papel en esto”, ha dicho tras ser elegido. Según las proyecciones de la BBC, la formación se quedaría con los 4 escaños que ya ha obtenido, aunque al inicio de la noche la encuesta a pie de urna apuntaba a la posibilidad de que se embolsara 13.
El laborismo avanza en Escocia
Una de las grandes derrotas de la noche la sufre el Partido Nacional Escocés (SNP). Los primeros resultados apuntan a victorias laboristas en Escocia que pueden hacer que el SNP, en crisis desde hace meses, deje de ser el primer partido en Escocia. La formación perdería 40 representantes, según las proyecciones de la BBC, y se quedaría sólo con 8, incluso por debajo de lo que apuntaba la encuesta a pie de urna, en su peor resultado desde 2010. Por su parte, el Plaid Cymru de Gales se mantiene con cuatro escaños.