Fumata negra: todavía no hay papa. La primera votación del conclave que ha comenzado este miércoles por la tarde en la Capilla Sixtina ha terminado sin que ningún cardenal obtenga los votos necesarios para ser elegido como nuevo pontífice de la Iglesia católica. La esperada humareda ha salido poco después de las nueve de la noche de la chimenea instalada en la basílica de San Pedro con un color oscuro que ha anunciado al mundo que no se ha encontrado todavía al sucesor del papa Francisco. Al verlo, muchos de los curiosos y fieles que se han reunido a las puertas del templo han lanzado exclamaciones de decepción. Les tocará esperar hasta este jueves por la mañana, cuando los cardenales se reunirán de nuevo para celebrar dos votaciones más y una nueva fumata, prevista para el mediodía.
Tal y como ha indicado la Santa Sede, está previsto que mañana –y también viernes y sábado si es necesario– se celebren un máximo de cuatro votaciones, dos por la mañana y dos por la tarde. Si se elige pontífice a la primera de la mañana, la fumata blanca se dejará ver alrededor de las 10.30 horas. En caso contrario, no habrá en ese momento, sino después de la segunda votación de la mañana, en torno a las 12.00 horas, que será blanca o negra dependiendo del resultado del segundo escrutinio. Durante las tardes, a las 17.30 horas podría ser el momento de una potencial fumata blanca, y si no es el caso, hacia las 19.00 horas la chimenea marcará el desenlace de la segunda votación antes de acabar la jornada.
Mientras los cardenales se reúnen aislados para votar y rezar bajo la atenta mirada de los frescos que decoran la Capilla Sixtina, en Roma la expectación es máxima. De hecho, miles de periodistas de todo el mundo han llenado el centro de esta ciudad blindada por la policía y el ejército para cubrir el conclave de que con 133 cardenales electores es considerado el más multitudinario de la historia. Para Roma también hay centenares de peregrinos, ya que la elección del nuevo papa ha coincidido con el gobierno convocado por la Iglesia, una cita que hacía veinticinco años que no se producía.
Los expertos descartaban una fumata en la primera
La falta de consenso para elegir al nuevo papa en la primera votación del conclave ha confirmado las sospechas de los expertos y vaticanistas, que descartaban un acuerdo tan rápido entre los cardenales. De hecho, en los últimos 150 nunca se ha escogido un papa en primera votación. Además, en el Vaticano muchas voces destacan que muchos de los electores son nuevos, vienen de latitudes muy dispares y casi no se conocen, lo que habría evitado un acuerdo inmediato sobre el perfil del nuevo pontífice. De hecho, el 80% de los cardenales fueron nombrados por el papa Francisco durante su pontificado y muchos de ellos no se habían conocido hasta el funeral celebrado en su honor este mes de abril.
Escrutinio secreto, nombres escritos a mano y sin límite de votaciones
Las votaciones del conclave son por escrutinio secreto y con los nombres escritos a mano. Para escoger un nuevo papa es necesario que el candidato tenga los votos de, como mínimo, dos terceras partes de los elegibles. Es decir, 89, si en la votación participan los 133 cardenales presentes. Según mandan las normas de este procedimiento centenario, los prelados deben escribir “con caligrafía lo más reconocible posible”, a quien escoge, mencionando un solo nombre, ya que de lo contrario, el voto será nulo. El nombre deberá escribirse en la parte inferior del papel, ya que en la superior habrá escritas de manera impresa las palabras ‘Eligo in Summum Pontificem’. En acabado, los cardenales deberán doblar la papeleta dos veces.