Los Bomberos de la Generalitat recibieron un aviso a las tres y media de la tarde (cuando ya estaba muy oscuro) de unos excursionistas que, pese a las condiciones meteorológicas de riguroso invierno, con un buen grueso de nieve, habían decidido descender por la cascada de Broate, en el Pallars Sobirà.
Debido a la acumulación de nieve y por el hecho de que se había hecho oscuro los excursionistas habían quedado atrapadosy no podían continuar el descenso. Los Bomberos enviaron varias unidades, incluido el GRAE y los Pompiers de Arán.
Finalmente, pudieron localizar a los excursionistas sanos y salvos y evacuarlos hasta donde estaban los vehículos todoterreno de los Bomberos.