La Feria del Vino de Falset encara la última jornada de la trigésima edición con una veintena de bodegas de las dos denominaciones de origen presentes en la comarca y una programación que combina actividades relacionadas con viticultura, gastronomía y música.
Tres décadas después de poner en marcha la iniciativa, los profesionales consideran que les ha permitido recuperar “el orgullo de ser viticultor y campesino”, como ha señalado el presidente de la DOQ Priorat, Salus Álvarez. “Esto hace treinta años estaba totalmente devaluado. La sociedad vuelve a valorar mucho el orgullo del oficio”, ha añadido. Con todo, la organización augura igualar e incluso superar las 64.000 degustaciones de la pasada edición tras atraer a más de 15.000 personas a la capital del Priorat.
Treinta años atrás, el Ayuntamiento de Falset impulsó la primera feria de vinos del municipio, una iniciativa que ha ido creciendo con el paso de los años. “No nos podíamos llegar a imaginar que llegaríamos a una feria como la que tenemos ahora, que es una fiesta mayor de la comarca“, ha apuntado a la ACN el alcalde Carlos Brull.
Una visión compartida por las dos denominaciones de origen presentes en El Priorat, que ven en la feria una herramienta que les ha ayudado a recuperar el orgullo por el oficio y conectar con los consumidores. En este contexto, la feria se ha convertido en un escaparate para que las bodegas muestren sus producciones a un público local, pero también internacional que ven en la feria una oportunidad para adentrarse en el mundo vitivinícola prioratino.
Más de 56.000 degustaciones
La feria lleva años trabaja para posicionarse también como un mercado de vinos, de manera que la gente haga una primera cata y después, compre botellas a precio especial. En esta ocasión, la organización augura superar las 64.000 degustaciones del año pasado. Este sábado, ya habían hecho 56.000. Para atraer visitantes y profesionales, la feria se dota de un programa que combina viticultura, gastronomía y música que no sólo se centra en la capital del Priorat, sino que se esparce con actividades por toda la comarca.
Algunos, como la experta en vinos Joan Harnesh, hace años que no pierde ocasión para acercarse a Falset para ver las novedades de cada bodega y buscar “gemas escondidas”. Este año, la visita la ha hecho con un grupo de compañeros y amigos que también son expertos en la materia, con los que han explorado y catado las diferentes opciones que ofrecen la sexagésma de bodegas de la DO Montsant y DOQ Priorat presentes en la feria.
Retos de presente y futuro de las denominaciones de origen
Entre los retos que encara el sector vitivinícola, el presidente de la DOQ Priorat Salus Álvarez ha insistido en la gestión del agua y de vivienda en la comarca, además de añadir las incertidumbres del mercado internacional a raíz de los aranceles de Trump y el cambio climático. Al mismo tiempo, ha pedido regular la producción del vino catalán para tener “orden, prestigio y valorización”.
Por su parte, la presidenta de la DO Montsant Pilar Just ha añadido que es necesario crear una feria profesional paralela para generar negocio durante todo el año para las bodegas. En cuanto a la campaña de este año, Just ha pedido celeridad en los proyectos de gestión de agua anunciados por las administraciones.
“Tenemos que ser capaces de que este riego de apoyo nos ayude a generar los kilos por hectáreas necesarios para que las explotaciones sean viables. Solo pedimos eso, no pedimos ser unas DOs con grandes producciones, porque entonces perderíamos esa identidad y calidad de nuestros vinos”, ha concluido.