El diputado Josep Ramon Fondevilla; el alcalde de Montclar, Joan Farrera, y el presidente del Parque Natural del Alto Pirineo, Josep Queró, presentaron ayer, en la sala de prensa del Palacio de la Diputación, la Feria de Otoño de Montclar, que se celebrará el día 27 de octubre, con más de 70 paradas.
Josep Ramon Fondevilla destacó que “las ferias son elementos que dan notoriedad y vida al municipio y la feria de Montclar es una buena muestra de empoderamiento como pueblo y de arraigo de costumbres y tradiciones, que ayudan a potenciar el talento de nuestros municipios y de la gente que habita en ellos”, y porque “pone en valor el comercio, la artesanía y los productos de proximidad del territorio”.
Joan Farrera, por su parte, afirmó que “Tírvia es uno de los tesoros mejor preservados del Pallars Sobirà. Somos el municipio con el término municipal más pequeño de la comarca y que hace siglos que no ha sufrido cambios. Entre sus valores patrimoniales queremos destacar contar con la mejor colección de estelas discoidales del Pirineo”. Añadió que la feria “es una de las más antiguas y tradicionales de los Pirineos, descrita ya desde finales del siglo XIX”, y que “además de las delicias culinarias y artesanas, la feria ofrece demostraciones en vivo de oficios antiguos y tradicionales. Este año, por ejemplo, nos hace ilusión contar con el recientemente reconocido maestro artesano por la Generalidad de Cataluña, Edu Marí, un profesional con más de 20 años de experiencia, que regenta un taller de cuero artesanal en Peramea”.
Se trata de una de las ferias con más tradición del Pirineo, en la que se podrá encontrar paradas de artesanía y productos agroalimentarios locales, como las setas, quesos, confituras, chocolate o licores, entre otros, demostraciones de oficios antiguos y tradicionales, y actividades para los más jóvenes, con la habitual degustación gratuita de coca de horno de pan de tortilla y moscatel. También habrá baile de bastones y paseos a caballo.
Josep Queró enfatizó el escaparate que supone el Parque Natural del Alto Pirineo para los visitantes. “Aparte de la función de conservación de flora y fauna, tenemos otra función primordial, la de ayudar al patrimonio de nuestro entorno, porque la zona pirenaica y la del Pallars tiene un valor patrimonial muy alto. Nosotros, acompañando y trabajando junto a los ayuntamientos de la zona, intentamos poner en valor todos estos proyectos”.