.gif)
La Justicia perdona a un empresario de Agramunt que tenía una deuda de casi 600.000 euros con varios bancos y entidades financieras. El hombre se encontraba en una situación de insolvencia provocada por la crisis del coronavirus, que les obligó a él y su pareja a cerrar su negocio, y se quedaron sin opciones de devolver los créditos.
Según recoge ‘Telecinco’, el litigio de este empresario comenzó en el año 2016, cuando aprovechando que él había dedicado toda su trayectoria laboral a trabajar por un banco, pidió un crédito para avalar el nuevo negocio que su pareja estaba montando. Él figuraba como el propietario del 30% de la nueva sociedad.
La empresa prosperó durante los primeros años y la empresa dio beneficios, pero en 2020, con el estallido de la pandemia de Covid-19, la situación cambió. La empresa perdió muchos clientes y también la retribución económica de su actividad, hasta el punto de que se quedaron en una situación en la que no podían pagar las obligaciones de crédito que tenían con los bancos.
El hombre intentó ponerse en contacto con las oficinas y el personal de las entidades, pero todo eran problemas y finalmente tuvo que cerrar el negocio, quedándose sin los pocos ingresos que les daba en ese momento.
Así, las entidades financieras comenzaron a presionar para recibir los pagos y el empresario se encontró en una situación de insolvencia: “Si pagaba, tenía que dejar de comer“. El hombre asegura que, desde los bancos, incluso le dijeron que “se buscara la vida y pidiera dinero a los familiares y amigos para pagar, y que luego se preocupara de su salud”.
De hecho, esta situación le provocó muchos problemas de salud y finalmente tuvo que pedir la baja laboral por estrés, perdiendo aún más poder adquisitivo. Recuerda que recibía constantes llamadas de las entidades con peticiones y amenazas para que pagara los créditos.
Ante esta situación, el hombre contrató el despacho Bergadá Abogados, especializados en casos de la Ley de Segunda Oportunidad, y la Justicia ha terminado dándole la razón. El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Lleida le ha perdonado una deuda de 597.079,88 euros, exonerándolo del pasivo insatisfecho.
En estos casos, la Justicia entiende que el afectado ha hecho todo lo que estaba en sus manos, de buena fe, para hacer los pagos que debía, pero no fue suficiente y la alta cantidad reclamada por los bancos hacía inviable los pagos. Además, las entidades financieras tienen herramientas para reformular la deuda de sus clientes y facilitar que puedan cumplir con los pagos, pero en muchas ocasiones no lo hacen y acaban acopiando al cliente económicamente.
“El futuro se presenta con más tranquilidad. Lo más importante es que podré recuperar, poco a poco, mi salud, ya que desaparecerán las constantes y amenazadoras llamadas y la cacería que hacen las entidades bancarias y las empresas de cobro de deuda hacia las personas que lo están pasando mal porque se encuentran en una situación de insolvencia”, asegura el empresario.
