Xavi Gómez (Alguaire, 1987) es el nuevo director del aeropuerto de Lleida-Alguaire, en sustitución de Antoni Serra, que se ha jubilado. Entrevistado por la ACN, Gómez dice que ya vio en la construcción del aeropuerto una oportunidad y tras estudiar ingeniería técnica industrial en la Universidad de Lleida y hacer una especialidad en aeropuertos en Madrid, comenzó a trabajar en Alguaire como técnico de operaciones. Ahora ha achacado el reto de dirigir la infraestructura que acaba de cumplir 15 años y se lo toma como un “reto de vida”. Asegura que quiere dar prioridad a los proyectos formativos, industriales y espaciales que se están desarrollando y no cierra la puerta a explotar más el modelo comercial si salen compañías interesadas.
Después de pasar cinco años como técnico de operaciones en Lleida-Alguaire, Gómez tuvo la oportunidad de coger la dirección del aeródromo de La Cerdanya; una tarea que compaginó con el trabajo que hacía en el aeropuerto leridano como coordinador de proyectos tecnológicos, en torno al hidrógeno, el New Space o el centro de pruebas de motores que hay ubicado en la plataforma.
Gómez se siente muy cómodo con el enfoque que desde hace unos años se ha dado en el aeropuerto a nivel más industrial y por eso es partidario de continuar en esta línea. De hecho, él ha vivido la primera etapa del aeropuerto, cuando se le quiso dar un cariz más comercial con vuelos de pasajeros a diferentes destinos, ya que cuando entró como técnico aún no estaban en la fase de industrialización y formación. Por eso ahora valor que ha sido una “visión acertada” el hecho de encaminar el aeropuerto hacia estos ámbitos, ya que está demostrado que funciona con cifras que lo sitúan en el top 10 en volumen de operaciones anuales.
Por todo ello, Gómez enfoca la dirección con el simple objetivo de continuar “haciendo este buen trabajo” que ha dejado su antecesor, intentando acercar más actividad todavía, con otros proyecto que puedan venir y para que el territorio se vea beneficiado. Eso, sin renunciar a tener más vuelos comerciales, que si los hay “bienvenidos serán”, añade, pero siempre partiendo de la base de que la actividad principal es la de la formación de pilotos y por ello se está construyendo una residencia, combinada con la industrialización, los proyectos europeos y las nuevas tecnologías.
Finalmente, como vecino de Alguaire, Gómez no esconde que dirigir el aeropuerto que ha hecho conocido el nombre de este municipio en todo el país, es una “gran responsabilidad” y un reto importante que vive con mucha ilusión. Espera que el pueblo se siga beneficiando ya que al final el aeropuerto se ha convertido en el “motor económico”.