El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Lleida ha perdonado una deuda de 266.301,52 euros a un matrimonio leridano (142.882,34 euros al hombre y 123.415,18 euros a la mujer) cuya insolvencia se originó al no poder hacer frente al pago de un crédito ICO para un negocio que no funcionó y se agravó cuando él sufrió un accidente y se quedó en paro en época de coronavirus, que afectó de manera directa al establecimiento que ella regentaba. De esta manera, el juez aplica a los clientes de Bergadá Abogados la Ley de la Segunda Oportunidad y, por tanto, los echonera del pasivo insatisfecho.
En cuanto a los hechos, durante 2014 el matrimonio abrió un negocio financiado a través de un crédito y el buen funcionamiento del mismo propició que al cabo de dos años invirtieran en otro negocio con una nueva petición al Instituto de Crédito Oficial. Este segundo generó grandes gastos y dos años después lo traspasaron, sin secar la deuda. El hombre encontró un nuevo trabajo, pero sufrió un accidente laboral que le provocó una lesión grave y lo dejó en paro.
El confinamiento supuso grandes pérdidas en el primer negocio y recibieron una demanda por parte de ICO por impago. “En todo momento estuvimos asesorados y hacíamos lo que el banco nos decía con el objetivo de llegar a un acuerdo. Nunca quisimos dejar de pagar y el mundo se nos derrumbó. Nos vimos muy mal”, añaden los afectados.