La Universidad de Lleida (UdL) ha sido hoy el punto de salida del primer Correllengua Universitari, una iniciativa del Consejo Nacional de la Juventud de Cataluña (CNJC) para “defender y revitalizar el catalán en un momento de retroceso y discursos contrarios a la normalización lingüística”. La jornada reivindicativa, cargada de actividades, implica paros académicos parciales a medida que la llama recorre los diferentes campus de la FGSHSCSP y un paro global a partir de las 12.30h. El fuego llegará a Tarragona el martes, en Girona el miércoles y acabará el jueves en Barcelona.
La organización del Correllengua en la Universidad de Lleida cuenta con el Consejo del Estudiantado, el Instituto de Lenguas, la colla castellera Los Marracos y los Bastoneros del Pla de l’Aigua. El programa ha comenzado en el campus de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agroalimentaria y Forestal y de Veterinaria (ETSEAFIV) con el encendido de la Llama del Canigó, acompañada de un baile de gralles. En el campus de Ciencias de la Salud ha tenido lugar una actividad colaborativa sobre la relevancia de utilizar la lengua materna en la atención psicológica y médica.
La Llama del Correllengua Universitario ha llegado después al edificio del Rectorado, sede de la Facultad de Letras, donde ha tenido lugar la lectura de dos manifiestos. El rector, Jaume Puy, ha participado en el acto acompañado de varios vicerrectores: Joan Busqueta, Núria Camps, Viladom Alonso, Fernando Guirado, Marta Oliva y Montse Rué; así como la directora del Instituto de Lenguas de la FGSHSCSP, Montse Casanovas.
En Cappont hay previsto una comida popular con micro abierto para expresar ideas, actuaciones y reivindicaciones en defensa del catalán; talleres de debate, las actuaciones de los pincha discos DNAMIKK y Kal y Motxo, la Colla Bastonera del Pla de l’Aigua, y de los grupos Pasqual y los Desnatados y Puntos Suspensivos.
Coincidiendo con este Correllengua, el Consejo del Estudiantado de la FGSHSCSP reclama “una revisión integral” del Plan de Lenguas que incluya la participación de toda la comunidad universitaria y principalmente el alumnado, así como “la implementación de sistemas de feedback y supervisión que aseguren el cumplimiento de los objetivos planteados”.