Familiares del polifacético pedagogo y artista targarín Josep Güell Guillaumet (1872 – 1930) han cedido tres cuadros que ponen de relieve su producción pictórica. La donación se ha hecho al Museo Tàrrega Urgell, que enriquece así su fondo con obras que muestran la extraordinaria trayectoria de este referente cultural, una figura clave en la historia de la ciudad y un símbolo del novecentismo y modernismo targarinos. Conocido popularmente como Mestre Güell, dejó una huella indeleble en el mundo de la enseñanza, la música, el folclore y la pintura.
Los tres cuadros cedidos forman parte del legado artístico de un hombre que, más allá de su pasión por la música y el canto coral, mostró un talento destacado en el arte pictórico, un campo en el que recibió formación y desplegó su creatividad. Con esta incorporación, el Museo Tàrrega Urgell amplía la documentación sobre uno de los hijos más ilustres de la ciudad.
Las tres obras son un retrato de sus hijos Jordi Güell Pera y Alba Güell Pera con un paisaje de Tàrrega de fondo; otro paisaje, donde se ve al desaparecido Molí de la Font, y la tercera obra, un paisaje de montaña, según detalla Oriol Saula, director técnico del Museo Tàrrega Urgell. Los cuadros fueron realizados a principios del siglo XX.
Saula explica que, con esta donación, el Museo Tarrega Urgell ya tiene en depósito 16 obras del Mestre Güell, lo que supone “contar con una importante representación de su faceta pictórica, que hasta ahora se conocía poco y que quedó en un ámbito más íntimo”. Sobre este legado, Saula apunta que “profesionalmente, el Mestre Güell se dedicaba a la pintura decorativa, pero también pintó varias obras personales, como paisajes de Tàrrega y de otros lugares”.
Los familiares que han efectuado la donación son Irene Antich, rebesneta del Mestre Güell y residente en Costa Rica, y sus tías abuelas Núria Antic Güell y Maria Antich Güell, que son nietas del Mestre Güell. Irene Antich es quien ha llevado las tres obras desde Costa Rica (junto con su marido Grei Jiménez) y ha firmado el convenio de cesión con la alcaldesa Alba Pijuan Ribagorçanaú.
Por su parte, Irene Antich ha remarcado que estas obras “viajaron a varios lugares, empezando por Suiza y luego a Francia hasta que mi tío bisabuelo, Josep Antich Güell, se las llevó a Costa Rica, donde permanecieron en la casa de la familia hasta que finalmente han vuelto a Tàrrega.”. En paralelo, la alcaldesa ha agradecido la donación, “un gesto que ayuda a valorar el talento pictórico del Mestre Güell y conocer más de cerca su obra artística”. “Tàrrega continuamos preservando el patrimonio cultural local“, ha añadido Alba Pijuan Ribagorçanaú.
Cabe decir que en el año 2015, el Ayuntamiento de Tàrrega ya adquirió otros cuadros del Mestre Güell junto con partituras, correspondencia, libros, programas de mano, fotografías y objetos personales como una batuta y una paleta de pintor. La batuta, del año 1926, lleva grabados el escudo de Tàrrega y la lira del Orfeó Nova Tàrrega.
Una vida dedicada a la cultura y al folclore catalán
Nacido en Tàrrega en 1872, Josep Güell Guillaumet fue un destacado pedagogo y activista cultural de la época, comprometido con el catalanismo y la defensa de la cultura catalana. A pesar de sus orígenes humildes, alcanzó un gran reconocimiento gracias a su implicación en múltiples disciplinas. Además de su habilidad como pintor decorativo, fue el fundador y director del Orfeó Nova Tàrrega (1915), una entidad coral que gozó de un gran éxito y llevó el nombre de la ciudad por toda Cataluña, con actuaciones destacadas como la que realizaron en el Palau de la Música Catalana en 1926.
Su labor musical no se limitó al ámbito del Orfeón. Güell fue también compositor de música coral y de sardanas, contribuyendo activamente a la recuperación y divulgación del folclore catalán. Su pasión por la música se complementaba con su vocación pedagógica, ya que también fue un defensor de la educación musical como herramienta para la regeneración moral y social. En 1912, fundó una escuela de gimnasia rítmica en Tàrrega, basándose en el método suizo creado por Émile Jaques-Dalcroze, que integraba la música, el ritmo y el movimiento.
Conservador del patrimonio local y activista catalanista
Güell fue un defensor del patrimonio cultural y natural de Tàrrega, implicándose en proyectos del medio natural y el patrimonio arquitectónico local como la reforestación del Parque de Sant Eloi, símbolo del paisaje de la ciudad donde el Mestre Güell tiene, precisamente, un monumento dedicado.
En el terreno político y social, Josep Güell fue un catalanista ferviente. A finales del siglo XIX, fundó la Agrupación Catalanista de Tàrrega y más tarde la Lliga Catalanista d’Urgell i Segarra, entidades que promovieron la lengua y la cultura catalana en un contexto de resistencia al centralismo español.
El legado musical y cultural del Maestro Güell
En el campo de la música, Josep Güell fue reconocido no sólo como director coral sino también como etnólogo y folclorista, dedicando parte de su vida a la recopilación y preservación del patrimonio musical de las comarcas de L’Urgell y La Segarra. Su estudio sobre canciones, bailes, juegos y toques de campanas sigue siendo una referencia clave para los estudiosos y dio pie a la publicación de un volumen de la Colección Natan en el año 2005, cuando se conmemoró el 75 aniversario de su muerte.
Su muerte, en 1930, causó un gran impacto en la ciudad, donde se le despidió con una multitudinaria muestra de afecto. Hoy, su legado perdura a través de entidades como la Coral Infantil Mestre Güell, que continúa promocionando la música tradicional catalana entre las nuevas generaciones.