El Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú ha participado este mes de junio en la reunión de cierre del proyecto europeo SCORE, una iniciativa destinada a impulsar soluciones basadas en la naturaleza para adaptar las ciudades costeras a los efectos del cambio climático. La ciudad ha sido una de las diez localidades europeas piloto, y una de las tres que han actuado como laboratorio vivo del proyecto.
Desde hace más de una década, la ciudad trabaja para recuperar los valores naturales de su litoral a través de los llamados espacios azules, zonas donde el agua tiene un papel central y que aportan beneficios tanto para el medio ambiente como para el bienestar de las personas. El concepto de espacio azul hace referencia a lugares con presencia significativa de agua –natural o artificial– como mares, ríos o lagos, que contribuyen a la salud física y emocional, además de tener un gran valor ecológico.
En Vilanova, estos espacios forman parte de una infraestructura verde-azul, que combina vegetación y agua para generar ecosistemas que permitan la regulación térmica, la mejora de la calidad del aire, el control de inundaciones o la conservación de la biodiversidad.
Una trayectoria de recuperación del litoral
En el año 2004, el equipo de gobierno municipal detuvo las obras de urbanización de la Playa Larga, atendiendo a un informe de inundación de la Agencia Catalana del Agua (ACA) y tras una campaña de colectivos ecologistas y vecinales para salvar este espacio natural.
La apuesta municipal por los espacios azules continuó en el año 2014, a raíz de la detección del chorlitejo camanegro, una especie protegida, en la playa de Ribes Roges. Este hecho impulsó varias actuaciones, como la naturalización del Torrent de Sant Joan (2018), la retirada de un aparcamiento en la playa de El Far para recuperar su vegetación (2019), y la restauración de la Playa Larga (2023), una reivindicación histórica que ha incorporado un centro de recepción de visitantes.
Estos tres espacios forman la Red de Infraestructura Azul de Vilanova i la Geltrú, que ofrece refugio climático, favorece la biodiversidad y mejora la adaptación urbana ante el cambio climático.
Como recuerda la concejala de Emergencia climática y espacios naturales, Iolanda Sánchez, “Desde nuestro municipio, que sufre los efectos de la crisis climática en el litoral, sabemos qué significa luchar por preservar nuestros ecosistemas. La Playa Larga, espacio de gran valor ecológico y paisajístico, ha sido objeto de atención y acción desde el mundo científico, vecinal e institucional. Hoy somos más conscientes de que nunca de que las soluciones a la regresión del litoral pasan por la restauración de ecosistemas naturales y soluciones basadas en la naturaleza”.
Zonas húmedas con alto valor ecológico
Dentro de este marco, el proyecto SCORE ha centrado sus acciones en dos zonas húmedas litorales. Por un lado, la Playa Larga. Con una extensión de 10 hectáreas, es uno de los últimos vestigios naturales del antiguo delta del río Foix y un espacio único entre los deltas del Ebro y del Llobregat. La restauración ha permitido recuperar humedales y hábitats naturales.
Por otro lado, se ha trabajado en la desembocadura del Torrent de Sant Joan, donde se consolida la presencia del chorlitejo camanegro.
Proyecto SCORE y reconocimiento europeo
Con una dotación de 175.000 €, el proyecto SCORE ha permitido consolidar la Playa Larga como laboratorio vivo, con la instalación de sensores ambientales, la construcción de una nueva balsa y la creación de materiales educativos. También se ha trabajado en otro espacio, el Torrent de la Piera, donde se han llevado a cabo estudios de inundación, maquetas digitales y procesos participativos de futuro.
Este mes de junio, el Ayuntamiento ha participado en la reunión de clausura del proyecto en Rimini (Italia), en el marco de la 7ª Asamblea Europea por el Cambio Climático. La ciudad ha presentado la Playa Larga como caso de éxito de restauración de humedales y como ejemplo de solución basada en la naturaleza. La presentación ha despertado interés entre otros socios europeos, que han invitado a Vilanova a colaborar en nuevos proyectos.
Fruto de esta trayectoria, el centro de visitantes de la Playa Larga ha sido reconocido con el distintivo de Centro Azul, sumándose en Can Pahissa, sede del Servicio de Medio Ambiente y del Centro de Resiliencia. Estos distintivos evidencian la apuesta municipal por un modelo de litoral sostenible y educativo.
Este sábado 28 de junio a las 9.30 h se realizará la primera visita guiada gratuita por el nuevo espacio renaturalizado.
Vilanova en los informes de buenas prácticas
La labor realizada en Vilanova ha sido incluida en el informe de buenas prácticas de la Fundación CONAMA, que recoge 12 experiencias de adaptación climática en el litoral español. El informe destaca la gestión cualitativa del litoral villanovense, la conservación de especies protegidas y el avance hacia una anilla verde/azul municipal como referente de resiliencia climática urbana.