La Costa Brava pierde uno de los bares más emblemáticos de la zona. El bar Boia de Cadaqués, en L’Alt Empordà, baja la persiana después de 79 años de actividad.
Según el propietario, Pere Vehí, entre el año 2014 y 2015 renovaron la concesión, pero “alguien reclamó” y ahora tienen que cerrar tras recibir una notificación de la Generalitat alertando de que tenían que cerrar a más tardar el 4 de enero.
El motivo del cierre es la entrada en vigor de la nueva ley de costas, que prohíbe que entre dos bares en una playa urbana haya menos de 150 metros de distancia. En este caso, según recoge el ‘Diario de Girona’, el Boia se encuentra a menos de 20 metros de otro bar, el Marítimo. Mantener el local abierto, según el propietario, les habría costado “una fuerte multa”.
En declaraciones al diario ‘Ara’, Pere Vehí explica que la decisión les ha cogido tanto por sorpresa que ni siquiera han podido preparar un despido: “No hemos tenido tiempo de hacer nada especial, de clausura, porque si abríamos un día más después del 4 de enero, teníamos la amenaza de 28.000 € diarios por cada día abierto”.
Esta decisión, que deja la Costa Brava sin uno de sus locales con más historia —desde hace unos años, el Boia era una coctelería—, también deja a 26 trabajadores en la calle. Los propietarios han recurrido contra la decisión, pero de momento no ha habido ninguna respuesta y se han visto obligados a cumplir y cerrar.
Adiós a un emblema de Cadaqués
El bar Boia se fundó en el año 1946 a pie de la playa Gran de Cadaqués y rápidamente se convirtió en uno de los locales más conocidos del municipio, hasta el punto de acoger incluso a personajes ilustres como Salvador Dalí.
En 2012, después de varias generaciones, Manel Vehí, hijo de Pere Vehí, convirtió el local en una coctelería exclusiva y lo rebautizó como Boia Nit.
