Los vecinos de Sant Joan les Fonts, en La Garrotxa, continúan agarrados por la muerte de una vecina de 94 años a manos del hijastro de su hijo, conocido porque es el taxista del pueblo. Según nuevas informaciones recogidas por ‘elCaso.cat’, el asesino, un joven de 22 años, hacía semanas que mostraba comportamientos agresivos y erráticos.
Los hechos sucedieron el pasado miércoles, 22 de enero, por la mañana, poco después de que la madre y el padrastro del joven marcharan de casa para ir a trabajar. El joven, que no vive con ellos habitualmente, se había quedado a pasar la noche porque su madre hacía tiempo que no lo veía bien. Lo que desconocía la mujer es que su casa se acabaría convirtiendo en el escenario de un crimen ese mismo día.
El aviso al teléfono de emergencias llegó a lo largo de la mañana. Una mujer alertó de que un joven medio despojado se había puesto delante de su coche, violento, e intentó agredirla con un cuchillo que llevaba en la mano. Cuando la Policía llegó, comprobó que en la casa de donde había salido el chico había una puerta abierta y entraron.
Fue entonces cuando se encontraron el cuerpo de una anciana, de 94 años, sin vida y rodeada de sangre. Los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) de Cataluña intentaron reanimar a la mujer, pero ya no se pudo hacer nada por ella. Los policías también vieron cómo había destrozos en la casa; en especial, en la cocina (con platos y vasos rotos).
El joven, que aún llevaba el cuchillo en la mano y presentaba una herida en la cabeza, quedó detenido y fue trasladado al hospital de Olot, donde quedó ingresado bajo custodia policial. Ahora, el chico podrá declarar ante el juez tras pasar un examen psiquiátrico.
Víctima y agresor eran familiares, porque la anciana era la madre del padrastro del detenido. El joven, aunque no residía en la casa, sí había pasado la noche. Como ya se había mostrado agresivo el martes por la noche, su madre prefirió que durmiera en el domicilio.
Según explican los vecinos de la familia, el chico hacía tiempo que no estaba bien y que protagonizaba episodios de violencia. Incluso había dicho que tenía conversaciones con el diablo y había intentado autolesionarse, según recoge ‘elCaso.cat’. Las semanas previas al asesinato, el Samuel ya había tenido disputas y agresiones con otras personas, motivo por el cual se estaba quedando en casa de su madre a pesar de que yo vivía allí. Los investigadores, hoy por hoy, creen que el joven sufrió un brote psicótico.