Se ha cumplido un año de las últimas elecciones municipales y faltan unos días para que también haga doce meses del pleno de investidura que convirtió Lluc Salellas (Guanyem Girona) en el alcalde de la ciudad. La fuerza más votada en la ciudad fue el PSC, pero no pudo formar gobierno, tras el pacto entre Guanyem, Junts y ERC.
El grupo municipal socialista ha hecho balance este viernes del primer año y sostienen que los hechos demuestran lo que auguraron desde el primer momento: que las tres formaciones que integran la coalición tienen puntos de vista y proyectos de ciudad “muy diferentes” y que eso ha hecho que la ciudad “no tenga un rumbo claro”.
La portavoz del PSC en el Ayuntamiento, Sílvia Paneque, ha afirmado que Girona está “exactamente igual que hace un año” y denuncia que no se han impulsado ni desencallado proyectos que considera prioritarios para la ciudad.
Entre estos “grandes proyectos de transformación” sitúa, por ejemplo, la reforma de la plaza Catalunya o la de la calle de la Creu: “Es la imagen que denota mejor la inacción de este año”. Paneque también ha lamentado que todavía no haya pasado por pleno la aprobación inicial de las modificaciones urbanísticas necesarias en torno al futuro Campus de Salud y advierte de que, a estas alturas, tampoco saben si incluye “afectaciones no queridas” en la zona de Mas Masó o en Can Gibert del Pla.
Durante la rueda de prensa, el grupo del PSC ha puesto el foco, también, en cuatro áreas que consideran que están especialmente desatendidas y que aporta consecuencias negativas para la ciudad: vivienda (religada el turismo), derechos sociales, transparencia y participación.
En este sentido, han expuesto que los modelos “contrapuestos” con relación al turismo de los tres socios de gobierno se ha traducido en una gestión ineficaz de las viviendas de uso turístico. Así, lamentan que “no se ha reducido el problema” allí donde había más complicaciones, en el Barrio Viejo, y que la regulación, por el contrario, está frenando “oportunidades de cambio” en otros barrios donde sí podría ser bueno que hubiera este tipo de alojamientos para esponjar el turismo. El PSC expone que el gobierno municipal no ha admitido a trámite una veintena de peticiones de nuevas licencias fuera del Barri Vell y no consideran válida la justificación de una “congelación” por la tramitación de la normativa de la Generalitat: “A otros municipios las tramitan igualmente”.
Con relación a la vivienda el PSC también critica que las nuevas promociones de pisos “ya vienen de antes” y que no se están desarrollando más proyectos para paliar las consecuencias del incremento del precio del alquiler y para garantizar que los vecinos tener acceso a la vivienda.
Finalmente, la concejala Bea Esporrín también ha afirmado que ha habido un “retroceso” en transparencia y que, como principal grupo de la oposición, tienen más dificultades que antes para acceder a expedientes y a información. Un retroceso, dice, que se vive a la vez en la participación de la ciudadanía en el día a día de la ciudad. El PSC alerta, además, de que ha habido un empeoramiento en los datos de criminalidad en la ciudad y lamenta no saber cuándo podrá entrar en funcionamiento la comisaría de Santa Eugènia ni qué propuestas hay para ampliar la plantilla de la Policía Municipal.