Ortega Monasterio, compositor de la habanera “Mi abuelo”, implicado en una red de prostitución de menores

El documental Murs de Silenci, emitido ayer por la noche por Televisió de Catalunya, ha puesto al descubierto una presunta trama de prostitución de menores que operaba en el prostíbulo Gran Escala 2000, ubicado en Ventalló, en L’Alt Empordà. Esta investigación se originó a raíz de la denuncia de dos jóvenes que, en 1992, trabajaban en este club nocturno. El equipo de 3Cat decidió profundizar en el caso y descubrió un conjunto de denuncias de otras chicas que también habían sido víctimas de explotación sexual en este mismo establecimiento.

Al averiguar los hilos de la investigación, los periodistas descubrieron que varios personajes públicos estaban implicados en la red, incluyendo usuarios del prostíbulo y dueños del local. Uno de los nombres más sorprendentes que ha salido a la luz es el de Josep Lluís Ortega Monasterio, conocido compositor y autor de la habanera “Mi abuelo”, figura muy popular en Cataluña. Según las investigaciones, Ortega Monasterio mantuvo una relación empresarial con Antolín Fernández, el proxeneta al frente del Gran Escala 2000 hasta su muerte, momento en que el negocio pasó a manos de su hermana, Rolíndez, quien fue condenada por el caso.

El documental también pone de manifiesto la connivencia entre políticos, jueces y fuerzas de seguridad, que permitieron que la trama operara con cierta impunidad durante años. Por ejemplo, el documental recoge declaraciones de Josep Oliveras, entonces conseller de Gobernación de la Generalitat, que reconoce el interés que el caso generó en Pere Navarro, delegado del gobierno en Girona en aquel momento. Además, testigos de las víctimas han puesto en duda el papel de las instituciones judiciales, después de que una de las chicas asegurara que, siendo menor de edad, mantuvo relaciones con un juez implicado en el escándalo.

El documental no sólo sirve para revivir la memoria de aquella operación policial contra la corrupción de menores que acabó con la detención de veinte personas, sino que también aporta nuevas claves para entender el amplio tejido de conexiones que protegió esta actividad ilícita. Entre los nombres que salen, destaca el de Monasterio, quien es descrito por varias víctimas como una de las personas habituales en las actividades del club durante los años noventa.

La difusión del documental ha generado un fuerte debate público. Algunos grupos que interpretan habaneras se están planteando la posibilidad de retirar la popular canción Mi abuelo de sus actuaciones, mientras que se reclama que se le retire a Ortega Monasterio la Creu de Sant Jordi que recibió en su momento. Las reacciones han sido contundentes, y el caso ha abierto una nueva reflexión sobre las implicaciones de algunas figuras públicas en tráficos ilegales y su responsabilidad social.