La Audiencia de Girona ha juzgado este miércoles a un acusado que se enfrenta a 4 años de prisión por abusar sexualmente de la nieta de 14 años de su pareja en Olot en abril de 2021. Fiscalía y acusación particular sostienen que el hombre aprovechó que estaba solo con la menor para cogerle la cara entre las manos y hacerle un guiño con lengua. La víctima ha declarado a puerta cerrada. Su madre ha explicado que tardó unos meses en confesarle porque temía que revelarlo supusiera una ruptura familiar, como finalmente ha pasado. El procesado, que ha respondido a las preguntas de la defensa al final del juicio, ha negado los hechos, pero ha admitido que se “rozaron” los labios accidentalmente. La defensa pide la absolución.
El juicio se ha realizado en la sección cuarta y ha comenzado con la declaración de la víctima, que se ha realizado a puerta cerrada. En el banco de los acusados se sentará el marido de su abuela materna. La menor iba “con asiduidad” a su casa, una vivienda de Olot, a estudiar.
El fiscal y la acusación particular sostienen que cuando la víctima tenía 14 años, en abril de 2021, el procesado aprovechó que estaban solos y la menor estaba “despistada” sujetarle la cara con las dos manos y hacerle un guiño a los labios “introduciéndole la lengua”.
En el juicio ha declarado una amiga de la menor, que ha explicado que justo después de los hechos, la víctima le envió un mensaje diciéndole que estaba encerrada en el lavabo y que su “abuelo” le había intentado hacer un guiño. La testigo ha aseverado que cuando se vieron en el instituto le dijo que aquello “no podía quedar así” y la animó a explicarle a su familia: “Y supongo que lo hizo, porque hoy estamos aquí”.
La madre de la menor ha detallado que tardó unos meses en explicarlo. Hasta entonces, sí había notado que la víctima intentaba no ir a casa de su abuela o ponía reticencias a encontrarse con el acusado. No fue hasta que un día que fueron a comprar al mercado con el procesado que le preguntó qué pasaba. Entonces, ha explicado que la denunciante se puso a llorar y le confesó los hechos. “Me entró mucha rabia y fui directamente a pedirle explicaciones a él”, ha añadido.
Según ha dicho, llamó insistentemente a casa del procesado, pero no abrió la puerta hasta que le amenazó con llamar a la policía. Aunque admite que no lo dejó hablar, entiende que sabía “perfectamente” por qué iba e intentó decirle que no había pasado nada. A partir de ahí, le explicaron también a la abuela de la niña, pero se puso al lado de su marido: “Vamos a romper toda la relación familiar”.
Según la madre y la psicóloga que atendió a la menor, este era uno de los temores principales de la víctima y tenía sentimientos de culpa porque no quería romper la familia.
La pareja del acusado ha querido declarar a pesar de no estar obligada legalmente a hacerlo porque siguen siendo matrimonio. La mujer sostiene que su marido le aseguró que los hechos no habían pasado tal y como explicaba la niña, sino que se habían “rozado” los labios sin querer mientras se hacían dos pitones. La abuela considera que detrás de la denuncia está el malestar de la menor porque le habían prohibido tener móvil como castigo por una bajada del rendimiento académico y el acusado intentaba impartir disciplina haciéndola estudiar.
El acusado ha declarado al final del juicio y solo ha respondido a las preguntas de la defensa. Ha negado que abusara sexualmente de la nieta de su pareja, aunque también ha reconocido que se “rozaron” los labios fortuitamente: “Eso que dice que le voy a coger la cara es mentira”.
La fiscalía y la acusación particular piden 4 años de prisión para el acusado por un delito de abuso sexual a menor de 16 años. También solicitan libertad vigilada y que el procesado no pueda acercarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la víctima durante un plazo de 5 años. En concepto de responsabilidad civil, quieren que indemnice a la víctima con 3.000 euros por el daño moral.
La defensa pide la absolución y el juicio ha quedado visto para sentencia.
