El pleno de Girona ha aprobado definitivamente las ordenanzas con el voto a favor del equipo de gobierno y las críticas de toda la oposición. El debate se ha centrado en la nueva tasa de basura y la que gravará los buses turísticos. El PSC y el PP han criticado la manera en que se han calculado los recibos para los residuos, que para los socialistas es un “ñap”.
Vox, por su parte, ha dicho que la tasa de los buses impactará negativamente con el turismo. La concejala de Hacienda y la vicealcaldesa han respondido que se han estudiado todas las alegaciones, que a principios de 2025 se modificará el contrato de basura y que se prevén recaudar 40.000 euros con la tasa de los buses. El alcalde, Lluc Salellas, ha subrayado que cierran el año “con los deberes hechos”.