Los alcaldes que han gobernado Girona desde la restauración democrática -Lluc Salellas, Marta Madrenas, Carles Puigdemont, Anna Pagans y Joaquim Nadal- han debatido el futuro de la ciudad en el Auditorio. Uno de los retos que ha centrado parte el debate ha sido la movilidad. Los alcaldes han coincidido en decir que hay que “potenciar el transporte público”, en colaboración con los municipios vecinos y la Generalitat. Según Puigdemont, hay que hacerlo “teniendo en cuenta la velocidad a la que avanza la tecnología”. En cuanto a la vivienda, se ha coincidido en decir que hay que aumentar el parque público para cubrir el aumento de la demanda. También se ha reclamado recuperar caudal en el Ter y aplicar medidas para “favorecer la creación de identidad nacional entre las personas migradas”.
El Auditorio de Girona ha dado este sábado por la mañana el pistoletazo de salida al ciclo ‘Girona, año 2100. Girona, 2.100 años’, que conmemora el bimilenario de la fundación de la ciudad. Lo ha hecho con una mesa redonda donde los cinco últimos alcaldes de la ciudad desde la restauración democrática -Lluc Salellas (2023 – Actualidad), Marta Madrenas (2016-2023), Carles Puigdemont (2011-2016), Anna Pagans (2002-2011) y Joaquim Nadal (1979-2002)- han debatido, ante unos 200 asistentes, sobre cinco retos de futuro: movilidad, vivienda, turismo, inmigración y cambio climático.
El actual alcalde de Girona, Lluc Salellas, ha abierto el turno de intervenciones hablando de movilidad. En este sentido, ha dicho que hay que “ampliar el transporte público urbano y en conexión con los municipios vecinos y hacer más aparcamientos disuasorios”. Unos propósitos que, según ha explicado, implican aplicarse en coordinación con las poblaciones vecinas -con quienes, ha dicho, han estado en conversaciones- y también con la Generalitat. Además, también ha recordado que “a lo largo del plazo es imprescindible conectarse ferroviariamente con los trenes-tramo de Olot-Banyoles-Girona y el de la Costa Brava” y también “potenciar la bicicleta como las ciudades del norte de Europa”.
En conexión por videollamada desde Waterloo (Bélgica), Carles Puigdemont ha recordado que el avance tan rápido de la tecnología hace prever un escenario muy diferente de aquí a 75 años -el momento sobre el que se debatía cuál iba a ser la Girona del futuro-. Con esta perspectiva, durante su intervención ha dicho que “ahora que hay tiempo, hay que considerar qué necesidades tendrán los gerundenses y trabajar para conseguir cubrirlas”. Puigdemont ha planteado, por ejemplo, puntos donde puedan aterrizar los drones de transporte de comercio. “Puede parecer ciencia-ficción, pero con la inteligencia artificial estamos experimentando cómo deprisa cambia el mundo”, ha dicho.
Hablando de turismo, Marta Madrenas ha defendido que no compromete la economía de Girona porque “sólo representa un 7% del PIB”. Además, la exalcaldesa de la ciudad considera que “Girona es una ciudad muy atractiva que se ha dado a conocer en todas partes y que ha conseguido tener un buen equilibrio, aunque se puedan mejorar algunas cuestiones”. En este sentido, Lluc Salellas ha querido resaltar las regulaciones que se han hecho como no permitir más viviendas de uso turístico ni en el Barri Vell ni en el Mercadal o también limitar los grupos que paseen por el casco antiguo a 25 personas y hacer bajar a los ciclistas de las bicicletas.
Sobre las visitas, Puigdemont ha querido puntualizar que “afortunadamente, viajar está al alcance de muchísima gente”. “Es verdad que genera unas consecuencias que hay que saber administrar, pero es un efecto democratizador”, ha dicho y ha recordado que “si hacer turismo vuelve a quedar relegado a ciertas clases sociales, será un retroceso”. El actual alcalde de Girona ha planteado en este punto y como solución a la masificación y a la contaminación que generan los aviones, que una posibilidad futura puede ser viajar a través de experiencias inmersivas y sin moverse de casa.
Otro de los retos que se han debatido ha sido el cómo hay que abordar la inmigración en la ciudad. “La población europea que tendrá más de 80 años se doblará en las próximas décadas y este reto demográfico se suma a la previsión es que caiga la demografía en Europa”, ha comenzado Puigdemont, que ha dicho también que “hay que hacer un relevo generacional bien hecho para asegurar la nación”. Salellas ha añadido que “que la ciudad debe permitir crear esta identidad, conectando a las personas con las instituciones”.
En cuanto a la vivienda. La exalcaldesa de Girona Anna Pagans ha dicho que las necesidades del 2.100 cambiarán según la demografía. “Tenemos que saber de qué población estamos hablando y las necesidades que tendrá para determinar las tipologías de vivienda que se hagan, que quizás no serán las actuales”. En este sentido, Marta Madrenas ha recordado que, según la demanda actual, “se está a años luz de poder dar solución a este recibir inmenso que supone la vivienda”. Y Salellas ha puesto encima de la mesa la necesidad de “rehabilitar viviendas” y de garantizar protegidas.
El debate se ha cerrado hablando del cambio climático. En este sentido, Joaquim Nadal ha empezado lamentando que el gobierno de Trump haya firmado la salida del Acuerdo de París y ha alertado del impacto global que tendrá esta decisión. “No podemos perder de vista que un solo hombre y un solo país pueden dejar en nada todo el trabajo que pueda hacer Europa”, ha dicho. Sin embargo, Nadal ha lamentado el poco caudal del Ter para derivar su agua a Barcelona y ha reclamado cambios para dejar de afectar a su diversidad, al igual que poder recuperar agua por L’Onyar.
Además, el exalcalde de Girona también ha insistido en que hay que recuperar la acequia Monar -que Salellas ha explicado que se está trabajando en ello, pero tiene una costa aproximada de unos siete millones de euros-, poner en funcionamiento la central del molino y también recuperar los servicios y la incineradora de Campdorà. “Es una vergüenza que estemos llevando la basura a Vacarisses”, ha dicho.
‘Girona, año 2100. Girona, 2.100 años’
El ciclo ‘Girona, año 2100. Girona, 2.100 años’ ha programado durante doce meses conferencias, mesas redondas y actos para plantear y debatir cómo debe ser la Girona del siglo próximo. La programación continuará a partir de la primera semana de febrero con el ciclo de debate ‘Girona: mirada 2100’, que estará coordinado por la geógrafa Isabel Salamaña y que ha contado con la colaboración del Archivo Municipal de Girona.
Los jueves 6, 13, 20 y 27 de febrero, a las siete y media de la tarde, tendrán lugar en el Salón de Descanso del Teatro Municipal varias mesas redondas en torno a la inteligencia artificial, la educación, el cambio demográfico o el uso de los bienes comunes.
El debate de las alcaldías de la ciudad de 1979 hasta 2025 ha sido conducido por los periodistas Berta Artigas y Saïd Sbai y se ha celebrado un 25 de enero, la misma fecha que en 1284 el rey Pedro II concedió a Girona la facultad de autogobernarse a través del llamado Privilegi d’en Provençal. Este documento se puede considerar el acta fundacional de la administración municipal de Girona, es decir, la fundación del Ayuntamiento de la ciudad.