La fiscal avala que el agente de policía que se infiltró en los movimientos independentistas de Girona y Salt mantuviera una relación con el activista Óscar Campos para obtener información. En un escrito que ha enviado al juzgado, subraya que el agente no utilizó medios “ilícitos” para ser pareja de Campos y que, precisamente, con esta relación “consiguió cumplir la misión” que tenía encomendada. Además, aunque la ley no regule expresamente la figura “de agente infiltrado para obtener inteligencia criminal”, la fiscalía sí cree que la legislación ampara a que usara esta “técnica” y ocultara su identidad. Por eso pide al juzgado que inadmita la querella contra el agente por tortura, lesiones psíquicas y revelación de secretos.
Lloret restaura 18 esculturas de los Jardines de Santa Clotilde
El Ayuntamiento de Lloret, a través de la Unidad de Patrimonio Cultural, está llevando a cabo estas semanas…