El acusado de matar a un hombre de un disparo en la nuca en Sant Pere Pescador (Alt Empordà) el 26 de junio de 2002 ha reconocido los hechos en el juicio, que se realiza la Audiencia de Girona. El procesado ha admitido que aquella madrugada tuvo una discusión telefónica con una mujer, entonces su pareja, y fue desde Llinars del Vallès hasta casa de ella.
Una vez allí, se encontró a la víctima —amigo de la mujer— porque ella le había pedido ayuda. Según su versión, los dos hombres comenzaron a forcejear y, como sabía que iba armado, lo “inmovilizó” para impedir que cogiera la pistola: “Le dije que me dejara, no lo hacía, y ‘pam’, lo voy a matar”. Después, huyó. Estuvo evadido de la justicia por este caso durante diecisiete años.