El Ayuntamiento de Lloret de Mar repite este verano la fórmula que ya estrenó la temporada pasada para garantizar una mejor convivencia entre el turismo y la ciudadanía. Se trata de la figura de los auxiliares de ocio nocturno, un conjunto de personas que paga el consistorio y las empresas de ocio nocturno para que paseen de noche y controlen que la gente no moleste a los vecinos.
Este año, se ha incrementado la partida para auxiliares de ocio nocturno de 75.910 euros hasta 176.374. Esto permitirá que esta temporada se contraten 18 personas que controlarán que la gente no provoque molestias a los vecinos entre las doce de la noche y las siete de la noche. Los auxiliares comenzarán a trabajar el 1 de julio y pasearán hasta la madrugada del 31 de agosto.
Las empresas aportan 112.979 euros y el ayuntamiento el resto del dinero. Además, se ha hecho una licitación con la posibilidad de prorrogar el contrato hasta un máximo de tres años por un importe total de 533.274 euros.
Los auxiliares pasearán por la avenida de Just y Marlés y las calles adyacentes de esta vía principal entre las doce de la noche y las siete de la madrugada. Su trabajo consiste en recordar a la gente cuál es la ordenanza de civilidad para que no haya alborotos que molesten a los vecinos. Además, trabajan en coordinación con la Policía Local de Lloret de Mar.
Este año las empresas que se incluyen en el convenio firmado con el ayuntamiento son 28, una decena más que el año pasado. Esto les permite contratar más personal.
El alcalde de Lloret de Mar, Adrià Lamelas, ha explicado que el consistorio mantiene “todos los medios para controlar las actitudes incívicas” en el municipio. Por ello remarca la importancia de que “el sector público y el privado trabajen juntos” en este aspecto, como el convenio que han cerrado entre el gobierno local y los empresarios del ocio nocturno. La actuación se incluye en el plan Lloret Actúa que se anunció hace unos meses. La contratación de los auxiliares se ha hecho desde el ayuntamiento, ya que las competencias de seguridad en la vía pública son municipales y los privados no tenían potestad para hacerlo.