La Audiencia de Girona ha absuelto al vecino de Roses (Alt Empordà) que se enfrentaba a 9 años de prisión por abusar sexualmente de una chica a quien hacía fotos y vídeos eróticos para que después los colgara en una web. La sentencia ve incongruencias en el relato de la denunciante, porque aunque la sesión comenzó en la ducha y ella declaró haberse sentido “incómoda”, luego fue con él a la habitación. Además, antes de denunciarlo borró las fotos de su móvil. El tribunal también subraya que, aparte de la versión de ella, no tiene más pruebas para tener la certeza “de que aquello de lo que se acusa es lo que realmente pasó”. Además, se extraña que en el juicio no se hubieran citado testigos que podrían haber afianzado la versión de la joven.
El caso que ahora la Audiencia ha sentenciado se remonta al 8 de septiembre de 2022. El acusado y la denunciante ya se conocían previamente, porque meses antes habían contactado a través de una aplicación de citas y habían mantenido un contacto sexual. Días antes de aquel 8 de septiembre, ambos hablaron por Facebook y acordaron verse en el piso de él para hacer una sesión de fotos y vídeos eróticos, que la chica quería colgar en la web Onlyfans.
La fiscalía y la acusación particular sostenían que el procesado había aprovechado la sesión para abusar sexualmente de ella. Primero en la ducha, cuando le habría tocado los pechos y el culo, y más adelante en la habitación, cuando le habría continuado haciendo tocamientos e introducido los dedos en las partes íntimas.
El chico se enfrentaba a una pena de hasta 9 años de prisión por un delito de abuso sexual, a pasarse 10 años en libertad vigilada y a tener que pagar una indemnización de 35.000 euros. Durante el juicio en la Audiencia, la denunciante -que sufre una disminución- aseguró haber sufrido “un despiste”. Por el contrario, el acusado subrayó que los tocamientos fueron consentidos.
El joven, defendido por la abogada Paola Berta, declaró ante el tribunal que ella en ningún momento se opuso. Y de hecho, explicó que cuando estaban en la habitación, la chica también accedió a este juego, le pidió que la cogiera por el cuello y le propuso que la masturbara con los dedos.
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Manuel Ignacio Marcello, concluye que no se ha podido acreditar que los tocamientos tuvieran lugar “sin la anuencia” de la denunciante; es decir, sin su consentimiento. La Audiencia de Girona, de hecho, ve incongruencias en el relato de la chica y también subraya que, más allá de su versión, no tiene pruebas para asegurar “que aquello de lo que se acusa es lo que realmente pasó”.
De entrada, la sentencia -emitida por la Sección Tercera- analiza lo que declaró la denunciante. Aquí, ya de entrada, se extraña que después de que ella asegurara que tuvo que frenar al acusado cuando le tocó los pechos y el culo en la ducha, luego aceptara continuar con la sesión. “A pesar de referir oposición e incomodidad, prosigue en la cama”, recoge el tribunal.
Sin “prueba capital”
La Audiencia también recuerda que, como admitió la propia denunciante, el joven le envió tanto las fotos como los vídeos en su móvil tan pronto como salió de casa el acusado. Aquí, el tribunal asegura que este material sería “una prueba capital” para esclarecer los hechos, pero también hace patente que la chica los borró antes de ir a comisaría.
Además, el tribunal también cree que las acusaciones podrían haber aportado testimonios al juicio que podrían haber corroborado la versión de la denunciante. Pero que, inexplicablemente, eso no se hizo y ni siquiera se les citó a declarar a instrucción. Uno de ellos sería la pareja de la chica -a quien ella le habría relatado los abusos- y la otra, la trabajadora de un supermercado de Roses a quien habría pedido ayuda cuando salió “llorando y temblorosa” del piso.
La Audiencia de Girona también se hace eco de un bizum de 20 euros que el acusado envió a la denunciante poco después de la sesión. Según sostuvo el procesado en el juicio, él le envió ese dinero porque, si no lo hacía, la joven amenazó con denunciarlo. El tribunal subraya que “esta demanda precipitada e inmediata no se corresponde con el estado de shock” en el que ella aseguró encontrarse cuando abandonó el piso.
SMS con identidad falsa
Por último, la sentencia tampoco cree que, como sostenía la abogada de la acusación, a la chica se le agravara la disminución que sufría a raíz de estos hechos. Además, la Audiencia también subraya que, tres semanas antes del juicio, la denunciante utilizó una identidad falsa para enviar mensajes de móvil a la hermana del acusado “para ver si los familiares sabían la verdad”. “Esta forma de actuar no contribuye a otorgar fiabilidad a su testimonio”, recoge el tribunal.
Por estos motivos, la Sección Tercera absuelve al vecino de Roses del delito de abuso sexual. La sentencia no es firme y en un plazo de diez días se puede interponer recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
