El Ayuntamiento de Banyoles confía en que este año comience el derribo de los edificios que hay en la Providencia, donde se ubicará la nueva biblioteca. El alcalde, Miquel Noguer, asegura que el derribo de esta zona permitirá “dar una perspectiva de cómo debe quedar” el espacio con la apertura de una nueva calle, la construcción de viviendas y la nueva biblioteca comarcal. Esto coincidirá en un año en el que se hará la apertura del Museo Arqueológico, que está cerrado por rehabilitación desde hace dos años, y la reforma de la calle de Pia Almoina. Todo ello permitirá dejar el polo cultural de la zona de la Muralla “bien definido”.
El año 2025 será clave para el polo cultural que está definiendo el Ayuntamiento de Banyoles entre el barrio viejo, el monasterio y la zona de la muralla. El alcalde recuerda que a lo largo del año, se abrirá el Museo Arqueológico. Este verano se acabaron las obras de ampliación y rehabilitación y ahora hay que ejecutar la musealización del espacio antes de que se vuelva a abrir al público.
En paralelo, Miquel Noguer recuerda que este año deben comenzar las obras de la reforma de la calle de Pia Almoina, una vía que conectará el nuevo museo con la futura biblioteca que se construirá en el edificio de la Providencia.
El proyecto que definió este equipamiento en septiembre del año pasado continúa avanzando a su ritmo. Se prevé que este año se derriten los espacios que hay junto a la fachada del edificio, donde el consistorio prevé abrir una calle nueva y también se proyecta la construcción de pisos. Noguer ha detallado que una vez desaparezcan estas estructuras permitirá “dar una perspectiva de cómo debe ser el espacio”.
Apertura del monasterio
Todo ello coincide con un 2025 que el monasterio debería reabrir al público. Será a partir del mes de febrero, cuando el edificio se abrirá las mañanas de los sábados y domingos. En este horario la gente podrá entrar para ver el retablo de la Virgen de la Escalera y la arqueta de San Martiriano. Esta apertura al público coincidirá con dos exposiciones que se harán temporales en la iglesia del monasterio.
En paralelo, el gobierno local asegura que está en conversaciones con el Obispado de Girona para ver qué futuro debe tener este templo. De momento, hay una cesión temporal de 25 años por parte de la diócesis al consistorio. El alcalde asegura que tienen conversaciones “sin forzar nada” y remarca que la prioridad es reabrir los espacios al público mientras dure la cesión de uso.
