La Policía Nacional ha detenido a dos personas en Lloret de Mar (Selva) y otra en Girona por ciberestafas a ocho víctimas de diferentes puntos del Estado. En total han robado 14.200 euros. En el caso de Lloret de Mar, una mujer recogía el dinero que provenían de las estafas en el mismo momento que las víctimas les ingresaban en su número de cuenta y los transfería al segundo detenido. En este caso, abrían a personas por Whatsapp haciéndose pasar por familiares que estaban en una situación imprevista y necesitaban urgentemente un ingreso de dinero a un número de cuenta. Los ingresos siempre eran de más de 1.000 euros. En el caso del detenido en Girona, clonaba tarjetas bancarias de las víctimas y luego iba a cajeros para sacar dinero.
En el caso de los dos detenidos de Lloret de Mar, la Policía Nacional inició una investigación a partir de la cual determinó qué ‘modus operandi’ usaban. Utilizaban diversos métodos como el ya conocido ‘hijo en problemas’, en los que se hacían pasar por un familiar de las víctimas y empezaban a escribirle por mensajes. A través de esta aplicación explicaban una situación falsa de un imprevisto que había tenido este supuesto familiar y para resolver la situación necesitaba que alguien le ingresara urgentemente una cantidad de dinero determinada a un número de cuenta que les daba.
Antes de intentar confirmar la identidad de los familiares en cuestión, las víctimas empezaban a hacer ingresos de dinero. Cuando los delincuentes tenían la confirmación de que se había hecho la transferencia correctamente, una de las detenidas se encargaba de retirar la cantidad abonada por la víctima y llevarlo a otro número de cuenta. De esta manera era imposible recuperar el dinero.
A continuación, los delincuentes seguían pidiendo más dinero a la víctima hasta que ésta desconfiaba y finalmente descubría a los estafadores. A través de la investigación policial, los agentes descubrieron que los autores de Lloret de Mar eran los responsables de otras tres estafas que no se habían resuelto.
En cuanto al detenido de Girona, el hombre usaba herramientas de ingeniería informática para obtener copias de tarjetas bancarias de las víctimas. A partir de ahí, las usaba para extraer dinero en metálico a varios cajeros de la capital gerundense. Las extracciones se habían hecho en tres ocasiones a principios de año. Pese a todo, no ha sido hasta ahora que un agente que llevaba la investigación y que en esos momentos estaba fuera de servicio consiguió identificarlo. A partir de ahí se detuvo al autor y cerrar la investigación correspondiente.