La policía ha detenido, este martes por la mañana, a un turista de 24 años como presunto autor de delitos contra la intimidad e inviolabilidad del domicilio y contra el patrimonio. Se le ha arrestado como sospechoso de haber entrado en un piso de Arinsal y haber causado daños en la puerta de acceso al edificio, a un vehículo que se encontraba en el aparcamiento del mismo inmueble y en el coche de una mujer a quien detuvo para pedir ayuda un rato más tarde.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del domingo cuando, según apuntan las investigaciones de la policía, el hombre, que en ese momento se encontraría en un importante estado de embriaguez, posiblemente habría roto la puerta de cristal que da acceso al inmueble con una piedra de grandes dimensiones.
En el momento de acceder, se habría cortado con los cristales rotos y habría ido dejando un rastro de sangre que llegaba hasta uno de los pisos. Fue un vecino quien alertó a la policía cuando vio los destrozos, las manchas de sangre y la puerta de la vivienda abierta.
Eran las 6.15 horas de la mañana cuando los agentes recibieron el aviso. En el interior de la vivienda encontraron, durmiendo, un hombre y sus hijos menores de edad. No habían sentido ningún ruido durante la noche, pero al ser despertados por la policía, vieron que algunos armarios estaban revueltos sin encontrar nada.
Según se estima, tras entrar en el piso, el ahora detenido se habría dirigido hacia el aparcamiento, donde habría intentado abrir algunos coches hasta llegar, casualmente, al vehículo del propietario del piso al que había entrado. El cristal de la ventana del piloto estaba totalmente rota, la puerta del coche había sido dañada con una barra de hierro que se localizó allí mismo y en el interior del turismo había múltiples restos de sangre y cristales.
El turista de 24 años había protagonizado previamente un conflicto con un grupo de jóvenes en un local de ocio nocturno de la localidad, de donde lo hicieron fuera. Había increpado a una chica que, cuando regresaba a casa con el coche, se encontró al hombre en medio de la carretera a pocos metros de la puerta del aparcamiento de su domicilio. Estaba muy alterado y le pedía ayuda dando golpes en la ventana del vehículo, hasta que lo rompió e intentó entrar en el coche forcejeando con la conductora.
La chica consiguió llegar al aparcamiento y el hombre se marchaba en dirección al pueblo. Minutos después de que la afectada alertara a la policía, la patrulla localizó al turista, que explicó que se había perdido y había caído al río, y por eso pidió ayuda a la chica. Se encontraba todo muelle, tenía varias heridas en la mano derecha y fue trasladado al hospital, donde quedó ingresado. Eran las tres de la madrugada. Tres horas más tarde, la policía recibía el aviso por los destrozos y la inviolabilidad de domicilio en el bloque de pisos.
La policía sospecha que el hombre sería el presunto autor de todos los hechos y que primero habría entrado en el edificio y en el aparcamiento y, después, se habría encontrado con la chica en la carretera. Los investigadores han recogido todos los elementos y están a la espera de un posible análisis de ADN que deberá autorizar la Procuraduría. El valor de los daños supera los 2.300 euros.