Sant Julià de Lòria y los municipios catalanes vecinos que limitan con la parroquia comparten el objetivo de preservar el entorno natural y de regular los accesos a sus montañas y por ello inician un trabajo conjunto mediante una comisión de trabajo coordinada por el Consejo Comarcal de L’Alt Urgell.
El verano pasado, cuando se modificó la ordenación reguladora del acceso motorizado y/o rodado al medio natural de Sant Julià de Lòria para limitar el tráfico de vehículos en especial en la zona del Puerto Negro, la comuna ya expuso previamente la medida en los territorios fronterizos que, aparte de recibirla con satisfacción, manifestaron su intención de regular los accesos a las pistas forestales.
La reserva nacional de caza Alt Urgell-Cerdanya impulsó a finales del año pasado reuniones de trabajo por la preocupación surgida en pueblos como Arcavell, Bescaran, Estamariu, Aristot, Castellnou de Carcolze y Torres d’Alàs ante la cada vez más masiva frecuencia de paso de vehículos de motor por los caminos de sus montañas. El hecho de que en términos vecinos como Lles y Aransa ya se habían cerrado algunos accesos ha hecho aumentar la presencia de estos vehículos en otras zonas.