El Comú d’Escaldes-Engordany ha aprobado este pasado jueves una modificación de la bonificación del 70% de la cuota tributaria para las nuevas construcciones o para la ampliación de aquellas ya existentes que se destinen a vivienda para uso propio de una persona física o en régimen de alquiler a precio asequible.
La bonificación se rebaja al 1% de la cuota tributaria -la normativa no permite hacerlo al 0%- a edificaciones de nueva planta o ampliación de las ya existentes que se destinen a uso de vivienda en régimen de alquiler a precio de mercado. El artículo 39.7 de la ley de finanzas comunales obliga a las comunas a determinar en qué porcentaje, con un máximo de un 90% y sin permitir rebajarlo al 0%, bonifican la cuota tributaria de las personas jurídicas que hagan nuevas construcciones destinadas a alquiler, pero no especifica que tengan que ser a precio asequible.
Con el cambio aprobado se quiere evitar que la corporación beneficie a aquellos propietarios que hagan pisos de alquiler pero a precios alejados de la realidad de la población con el objetivo de ayudar a paliar la crisis de la vivienda. En palabras de la cónsul mayor, Rosa Gili, lo que se busca es “sacar la bonificación a quien quiera hacer pisos de lujo”, ya que hasta ahora se bonificaban proyectos sin que “forzosamente revirtieran en favor de la ciudadanía”. Asimismo, ha añadido que “la bonificación sí se hará cuando sea por vivienda de uso propio o cuando sean edificios en régimen de alquiler a precio asequible”. Además, con la decisión, la corporación da cumplimiento a uno de los compromisos que llevaba en el programa electoral.
La modificación también especifica que, en caso de que se hayan concedido bonificaciones en la cuota tributaria por la construcción de edificios destinados a alquiler de precio asequible y el obligado tributario cambia después el uso o el precio de los pisos en el plazo de 10 años se restituirá la bonificación aplicada. La modificación entrará en vigor una vez el Común determine y publique los precios máximos de alquiler de vivienda a precio asequible, que se quiere terminar en la mayor brevedad posible.
También con el objetivo de ayudar a la ciudadanía en un contexto económico inflacionista, el Común mantendrá sin aplicación del IPC el Fuego y lugar y las tasas de servicios generales como higiene y alumbrado. Asimismo, tampoco se suben los precios públicos que tienen más impacto sobre la economía de las familias y que son de carácter social como aquellos relacionados con el ámbito cultural, deportivo, de infancia, personas mayores, acción social o el Valle del Madriu.
Para el resto de tasas, el incremento será igual al IPC. El presupuesto aprobado también continúa potenciando las actuaciones del departamento de acción social con los programas ya puesto en marcha en el anterior mandato como el Okupa’t o el Empoderado, con el objetivo de estar al lado de todos los colectivos, así como proyectos culturales como el festival de Jazz.
Del presupuesto, de 44,9 millones de euros, también destacan los 14,5 millones de euros para inversiones, de las que 10,2 millones son en plurianuales que permiten dar continuidad a los proyectos ya puesto en marcha en el mandato anterior con el objetivo de mejorar las infraestructuras y dinamizar la parroquia. Los más importantes son el parking y los equipamientos deportivos del Falgueró, el aparcamiento y la plaza de la Iglesia, el proyecto Caldes y el aparcamiento y la plaza pública del edificio de los pisos a precio asequible de la avenida del Pesebre.
Todo ello se llevará a cabo de manera equilibrada y asumible por las finanzas comunales y manteniendo unas cifras de endeudamiento muy por debajo del techo máximo del 200% que marca la ley, tal y como ha destacado el cónsul menor, Quim Dolsa.
En cuanto al capítulo 1, se han ajustado las retribuciones con la aplicación del IPC y se ha incorporado también la diferencia del IPC que se presupuestó el año pasado (4,5%) con el real, que finalmente fue del 7,1%.
En cuanto a los ingresos, se han mantenido las previsiones en la mayoría de los servicios, pero teniendo en cuenta el incremento del IPC y se han revisado al alza los ingresos por aparcamientos, que ya experimentaron una subida respecto a lo presupuestado el año pasado. En este apartado, el cónsul menor ha recordado la importancia de tener aparcamientos en terrenos propios “porque nos ahorramos el alquiler y todos los ingresos van directamente por el Común” y ha avanzado que “sólo por aparcamientos seguramente sumaremos cerca de 5 millones de euros”.
En resumen, se ha elaborado un presupuesto completo y equilibrado, tanto en la previsión de ingresos como en los gastos e inversiones planificadas, teniendo en cuenta el contexto económico actual y con la intención de estar al lado de la ciudadanía y continuar mejorando los servicios en la parroquia.
La sesión de consejo de común también ha servido para avanzar en el plan especial en Sant Romà. Así, el Común tiene luz verde para continuar con la siguiente fase de actuación en la zona después de que los propietarios no hayan formulado la voluntad de ejecutar ellos los trabajos. La actuación debe permitir recuperar una calle con problemas históricos y, al mismo tiempo, obtener una parcela de 1.400 metros cuadrados.