La plaza Guillemó se ha llenado, este viernes al mediodía, de ciudadanos que, un año más, han querido disfrutar de la tradicional escudella de Sant Antoni. De hecho, antes de las 13 horas, momento en el que se ha comenzado el reparto, ya se registraban colas de ciudadanos en los dos extremos de la plaza. El plato de invierno ha sido elaborado por los miembros de la Cofradía de escudellaires de Andorra la Vella, con la colaboración del Común, y se han repartido cerca de 4.000 raciones.
Como es tradición, a las 5 de la madrugada los escudellaires han empezado a hacer hervir las ollas, después de que ayer jueves se preparara el mondongo, la vianda y se trincharan las verduras. En total, se han cocinado más de 720 kilogramos de carne de cerdo, ternera y gallina, y 530 kilogramos de verduras y legumbres. En total, se han utilizado 1.500 litros de agua y diez fogainas. La comida se ha acompañado con pan y vino tinto y tortilla de Sant Antoni.
Este año también se ha hecho el recibimiento de un nuevo hermano escudero, Nicolas Canté, que ha entrado a formar parte de cofradía, con la tradicional entrega del chaleco, barretina y cuchara. Actualmente, la cofradía tiene una octogenaria de miembros y pueden acceder aquellas personas que han participado en la elaboración de un mínimo de 3 escudillas.
El plato conmemorativo de la jornada se ha dedicado al 15º aniversario de la hermandad con la localidad catalana de Sant Pol de Mar.