Andorra volverá a acoger las competiciones de bici de montaña con el Andorra Epic Pyrenees, una competición que nació en la pandemia y que, año tras año, se ha ido consolidando en el país, lo que se demuestra en números. “Estamos muy contentos porque esta edición nos trae 233 equipos de dos parejas y sobre todo un gran volumen de atletas profesionales, más de 30 equipos UCI vienen a competir aquí en nuestra casa” ha mencionado el director regional senior de Ironman Sur EMEA, Agustí Pérez.
Durante la presentación de este martes, el director global de Epic Series MTB, Jonathan Meintjes ha confirmado la renovación de la cita hasta el año 2027, conjuntamente con la Trail100 Andorra by UTMB. “Este evento ya va siendo un referente a nivel mundial con ese 97% de gente extranjera que viene a correr y a disfrutar de los paisajes naturales” ha revelado Pérez, incidiendo en la consolidación y el crecimiento de la cita.
Con 466 inscritos totales, lo que representa un 8% más de participación respecto al año pasado, Meintjes ha desvelado que el 15% de los corredores son mujeres. En referencia a las nacionalidades, a partir del miércoles habrá 44 países participantes en la cita con una fuerte presencia de españoles (23%), seguidos de los belgas (10%). Los otros tres territorios que cierran el top cinco de las regiones son Suiza, Francia y Sudáfrica, con un 6% de participantes cada uno. Los andorranos, sin embargo, se colocan en la 11ª posición.
La magia de la Massana continúa atrayendo eventos y deportistas que se concentran en esta parroquia para disfrutar del sol, la montaña y el deporte durante el verano. En este sentido, la cónsul mayor mazatleca, Eva Sansa, ha citado al Andorra Epic Pyrenees como el antónimo de los Campeonatos del Mundo de BTT que se celebrarán a finales de agosto, debido a las diferencias de los ciclistas en ambos eventos. Por su parte, el ministro de Turismo y Comercio, Jordi Torres, ha mencionado durante la presentación que el valor añadido de la carrera son los diferentes recorridos disponibles en los cuatro días, donde los participantes visitarán casi todo el territorio andorrano.
Los recorridos son “bastante parecidos a los que vamos a encontrar el año anterior con cambios” ha confirmado Pérez. La principal novedad es la reducción de la dureza y la mejora de la accesibilidad en ciertos tramos, aunque se han incluido nuevos descensos. “Parecen etapas cortas, pero son largas porque el territorio aquí realmente es importante, las subidas son muy altas y los atletas no están acostumbrados” ha valorado. Cabe remarcar que la carrera cuenta con una distancia de 200 kilómetros, más de 6.400 metros de desnivel positivo y 7.000 metros de negativo.
Desde el ministerio de Turismo, se ha incidido en el retorno positivo de 2023, que se prevé que, este año, sufra un aumento. La reformulación de la prueba fue un punto de inflexión que favoreció la mejora de la logística y la organización de la “segunda prueba de mayor relevancia de este circuito en el país” ha concluido Torres.
