La gran mayoría de los adolescentes tienen una adicción inconvenida a la pornografía. La edad media del primer acceso a contenido para adultos es a los 11 años, pero está demostrado que los niños tienen el contacto inicial al contenido sexual que puede contener violencia hacia la mujer a los ocho años.
De hecho, el 100% de los niños, a los 12 años, ya han consumido contenido pornográfico y gran parte lo hacen de manera habitual. Este escenario es cada vez más frecuente y el problema inicia en el momento en que muchos padres, madres y tutores legales desconocen que aquella canción que su hijo no para de cantar o aquel videojuego que le acaban de comprar contiene contenido violento y pornográfico, es decir, no apto por su edad.
Por este motivo, desde la Asociación de Mujeres de Andorra (ADA) con la colaboración del Gobierno, se ha impulsado una charla denominada ‘Cómo construir una educación afectivo-sexual más allá del porno‘, a cargo de la educadora social especialista en violencia de género, Marina Marroquí.
Durante la mañana de este lunes, Marroquí ha ofrecido el monólogo ‘Esto no es sexo’, enfocada a los niños y adolescentes, donde se han revelado muchas situaciones en las que los jóvenes consumen contenido pornográfico que acaba distorsionando la realidad. En este sentido, la experta ha mencionado que se va a poder enseñar y conocer de primera mano todo lo que los hijos ven para poder acabar con el consumo inapropiado del contenido.
“El 88% de toda la pornografía que existe tiene violencia física contra la mujer. Es muy importante saber que esta tiene unas características diferentes de cualquier adicción” ha declarado, añadiendo que en otras adicciones afectan en un 20% de los casos en la adolescencia. Además, Marroquí ha señalado que el gran problema de la pornografía es muy general en edades más tempranas y con problemáticas mucho más graves en el desarrollo que la adicción al juego, la droga o el alcohol.
Así pues, hay que entender que el consumo de este tipo de contenido es gratuito porque se paga un precio más caro con las consecuencias. “Tanto los niños como las niñas lo han entendido perfectamente” ha expresado Marroquí. Sin embargo, “no se puede pedir a la adolescencia que solucione un problema que incluso a los adultos se le queda grande” ha divulgado, porque es inviable. “Lo primero que se tiene que hacer es conocer. Si una canción dice ‘Qué ojos más bonitos tienes’, pero no la acabamos, o no sabemos que pasa en la zapatería del juego del GTA, es muy difícil” ha mencionado. Finalmente, la educadora social, durante la charla, ha apelado a la previa formación para el posterior acompañamiento tanto de padres como hijos.