Los datos hablan por sí solos y es que tal y como explicábamos recientemente en este artículo, uno de cada cuatro jóvenes españoles ha visto pornografía por primera vez antes de los 12 años y el primer contacto con la pornografía acostumbra a producirse en torno a los 13 años. Nadia Gumà (Sabadell, 1986), fundadora de la tienda erótica NaturLove se dio cuenta de que “había muchísima gente con problemas sexuales y con dificultades a la hora de vivir su sexualidad” y por este motivo vio que tenía que “hacer algo para acabar con la desinformación sexual”.
Una desinformación que, tal y como explica, también ha vivido. “Yo no he recibido ningún tipo de educación sexual ni en el ámbito de familia ni escuela, y lo único que se me ha dicho es: Vigila, no te quedes embarazada!”. Vivir la sexualidad desde la vergüenza y el miedo, es una pena y cohibe mucho”, afirma Gumà.
De esta manera, y junto con su compañero Ivan Albacete, quien trabaja con adolescentes y ya tenía experiencia en la organización de festivales, decidieron crear el Sex Education Film Festival, una iniciativa cinematográfica que divulga y educa sobre la sexualidad humana de una forma creativa pero a la vez crítica, incitando a la reflexión y defendiendo una sexualidad libre y diversa.
Este año, ha sido la cuarta edición del festival y también la más exitosa. El Sex Education Film Festival es cada vez más conocido tanto dentro como fuera de Terrassa, pero incluso ha tenido eco a nivel nacional. Este hecho ha supuesto un aumento exponencial en la participación (han recibido hasta 340 cortometrajes) y, desde luego, la posibilidad de seleccionar cortos de más calidad y con mensajes más diferentes. “La acogida ha sido muy positiva porque hemos recibido muchos más cortos que otros años y, por tanto, hemos podido hacer elección de los mensajes que queremos mostrar“, explica la directora del festival.
En este sentido, esta edición ha puesto el foco en la liberación sexual, la sexualidad de las personas con diversidad funcional y el consentimiento en las relaciones de pareja. Unas temáticas dentro de la educación sexual, que, tal y como explica Nadia Gumà, son aún más desconocidas. “Si no tienes una persona cercana con diversidad funcional no te das cuenta de que ellas también tienen necesidades, como todo el mundo, y también necesitan una sexualidad“.
En esta misma dirección, apunta que la sexualidad en las personas mayores todavía es tabú: “la sociedad se piensa que la sexualidad es sólo importante en las personas jóvenes y la tercera edad es un colectivo que a menudo queda invisibilidad”, afirma la directora Gumà.
El hecho de que la educación sexual de muchos jóvenes y adolescentes se base en la pornografía es una evidente problemática, pero, sin embargo, tal y como explica. Nadia Gumà “el problema es ver la pornografía como una realidad y no como una ficción”. En este sentido, explica que “de la misma manera que no aprendemos a conducir mirando Fast & Furious, no debemos aprender sexualidad a través de la pornografía“.
Por este motivo, apunta que es imprescindible “no dejar la educación sexual únicamente en manos de las escuelas”. “Las familias tienen un papel muy importante en la educación de los jóvenes y los niños y es importante educar a las familias para que se eduque en sexualidad y que se trate de una forma mucho más normalizada”, explica.
