Con la adjudicación de los trabajos para retirar la antigua línea de alta tensión Encamp-Grau Roig, FEDA ha dado el pistoletazo de salida a un proceso que acabará, previsiblemente, a principios de 2025. Después de que todos los tramos de la nueva línea de alta tensión que la sustituye se pusieran en funcionamiento en 2023 y hayan estado unos meses dando servicio satisfactoriamente entre las ETR de Grau Roig, Ransol, Encamp y la nueva ETR de la Gonarda, FEDA da luz verde al desmontaje de la línea obsoleta. Un desmontaje que liberará diversos espacios públicos y privados y alejará la línea de los núcleos urbanos.
El director general de FEDA, Albert Moles, ha explicado que las nuevas instalaciones funcionan de manera idónea y ha expresado la satisfacción por poder poner en marcha el desmontaje de una línea que “se hizo en el fondo del valle, donde ya hace años que hay muchos núcleos urbanos”. Lo ha hecho en un acto para presentar los trabajos a la prensa con la presencia de los cónsules mayores de las parroquias beneficiadas por la retirada de la antigua línea —el cónsul mayor de Canillo, Jordi Alcobé, y la cónsul mayor de Encamp, Laura Mas—.
La ejecución de este proyecto materializa el compromiso de FEDA con la retirada de la antigua línea, reduciendo el impacto paisajístico y, especialmente, sobre las zonas urbanizadas del Valle Oriental, además de liberar terrenos particulares y públicos. La nueva línea que la sustituye, que pasa únicamente por terrenos públicos y fuera de núcleos urbanos, concluyó en 2023 el proyecto previsto en el Plan sectorial de infraestructuras energéticas, para preparar la red para el futuro y para el crecimiento de la demanda que comporten, por ejemplo, la calefacción eléctrica y la movilidad, en el marco de la transición energética.
Precisamente, los cónsules mayores de Canillo y Encamp han destacado también este punto. Alcobé ha celebrado que el equipamiento de transporte eléctrico de estas parroquias, y de todo el país, se haya adaptado a las necesidades futuras con una mejora de la infraestructura. Mas, por su parte, ha valorado muy positivamente “la liberación de terreno comunal y privado” y la mejora paisajística que supone. “Es una mejora para todos nosotros”, ha añadido.
La unión temporal de empresas (UTE) formada por el operador francés de transporte eléctrico, RTE, y la constructora andorrana Cevalls, será la encargada de llevar a cabo los trabajos. Las empresas ya han comenzado la fase preparativa en colaboración con FEDA y pronto llevarán a cabo las visitas y cálculos adicionales necesarios para poder actuar desde septiembre sobre el terreno.
Estas actuaciones incluyen el desmontaje de los cables de los 17 kilómetros de línea, 93 pilones y otros equipamientos accesorios entre Encamp y Grau Roig. La obra estará dividida en cinco tramos que comenzarán por el lado de Grau Roig para adaptar el calendario a los momentos de menos actividad en cada zona. Dada la complejidad de una red de alta tensión hay diferentes fases, empezando por el desmontaje del conductor, luego las torres y por último, la retirada de la cimentación. La previsión es que los trabajos puedan acabar a principios de 2025.
Aparte del desmontaje de la línea, los pilones y el derribo de los cimientos de hormigón, el proyecto contempla la restauración ambiental de las zonas afectadas y los accesos. De hecho, todas las acciones garantizarán el mínimo impacto ambiental y la máxima seguridad posible. Se señalizarán los trabajos previamente, se retirarán todos los materiales desmontados o derribados en un centro de gestión de residuos autorizado y se protegerá el entorno. La obra no tendrá ninguna afectación sobre el suministro eléctrico de la clientela.
