El Ayuntamiento de Gavà ha sido reconocido como finalista en la segunda edición de los Premios a las Buenas Prácticas Locales por la Economía Circular, organizados por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Gavà ha sido el único municipio catalán distinguido en unos premios que tienen el objetivo de promover e impulsar un modelo que apuesta por los transportes limpios, la eficiencia energética y las soluciones innovadoras para conseguir un crecimiento verde.
Así, los galardones premian el buen trabajo de las acciones circulares locales en cinco categorías: Minimización del uso de recursos naturales; Gestión de consumo de agua; Sostenibilidad de los espacios urbanos; Espacios y conductas saludables; Políticas de transversalidad.
Gavà ha sido reconocida en la categoría Espacios y conductas saludables, por el proyecto Biocanteens, destinado a garantizar la distribución de menús escolares sostenibles. Una iniciativa enmarcada en el programa europeo URBACT que permitió a Gavà formar parte de una red de cuatro ciudades europeas que adoptaron una buena práctica del municipio francés de Mouans-Sartoux para desarrollar una estrategia agroalimentaria local para proteger tanto la salud de la ciudadanía, en este caso del alumnado, como el medio ambiente.
Las acciones desarrolladas se centraron en:
- Compra de alimentos: incluir productos ecológicos y de proximidad en los menús escolares, dando así apoyo a los productores locales.
- Producción de alimentos: formar al personal de los comedores escolares en la elaboración de recetas saludables con productos frescos, comidas vegetarianos o en la adaptación de recetas y cantidades.
- Servicio de comidas: trabajar para tener un servicio eficiente, donde no haya desperdicio de alimentos.
- Rechazo de alimentos: analizar diariamente las sobras para controlar, aprender y corregir.
Para concretar y llevar a cabo todas estas acciones en Gavà se creó un grupo de trabajo local, formado por personas relacionadas con los ámbitos de la alimentación y la educación: personal de comedor, profesorado, padres y madres, personal municipal, representantes electos, agricultores locales y agentes de la industria de la restauración.
El proyecto finalizó con la implementación de una prueba piloto en la escuela Jaume March de Gavà para estudiar el desperdicio alimentario midiendo diariamente el peso de la comida derrochada y diagnosticando el proceso que se siguió en las fases de servicio y consumo con el fin de reducirlo.
Además se creó diferente material, como una guía de desperdicio alimentario, que se hizo llegar a todas las escuelas de Gavà. De esta manera, todos los actores implicados en el proyecto pudieron tomar conciencia de la necesidad de hacer una transición hacia unos comedores escolares más saludables y sostenibles.
El Ayuntamiento de Gavà recibirá la distinción el próximo 11 de diciembre, en el transcurso de la Jornada Economía Circular y Entidades Locales que se celebrará en Valladolid.