Unas 300 personas trabajadoras de Freixenet se han desplazado esta mañana hasta Barcelona para denunciar públicamente el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado por la dirección de la empresa, que prevé despedir hasta 180 empleados, casi una cuarta parte de la plantilla. La movilización se ha sumado a la manifestación del Primero de Mayo con pancartas y gritos de “¡No al ERE!”, en defensa de los puestos de trabajo y de un futuro digno para el sector del cava.
La empresa justifica la medida por el impacto que está teniendo el cambio climático, especialmente las sequías, que según asegura han provocado un descenso en la producción y un aumento significativo de los costes. En un comunicado, Freixenet afirma que se ve obligada a tomar decisiones “urgentes” para garantizar la viabilidad a largo plazo del negocio, en un contexto que define como “una crisis sin precedentes”.
A pesar del anuncio de un “diálogo abierto” con los representantes sindicales, los trabajadores expresan su indignación y denuncian que el supuesto proceso de negociación empieza con las cartas marcadas.
Los sindicatos alertan de que las consecuencias sociales del ERE serían graves, especialmente en municipios pequeños donde Freixenet es uno de los principales empleadores. Por ello, reclaman a la compañía que retire el plan y abra una mesa de negociación real para buscar alternativas.