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El Ayuntamiento de Sant Sadurní aprobó este viernes en sesión extraordinaria un presupuesto inicial de 17.268.320€ para el año 2024, un 5,6% más que en el ejercicio anterior. La propuesta presentada por el gobierno de ERC y En Comú Podem contó con el apoyo del grupo socialista, con quien el ejecutivo local ha negociado un acuerdo de estabilidad en las últimas semanas. El resto de formaciones de la oposición dieron la espalda, lamentando las formas del gobierno y la falta de tiempo para poder analizar y evaluar el nuevo presupuesto.
La concejala de Hacienda, Eva Cruces, defendió la voluntad del gobierno en hablar y llegar acuerdos, a pesar de apuntar el bloqueo de algunas formaciones, y asumió los esfuerzos que los grupos en ocasiones hacen para negociar iniciativas desde posicionamientos diferentes.
Cruces subrayó que se trataba “seguramente del presupuesto más importante del mandato“, un documento que calificó de responsable y en el que no ha habido margen de maniobra para poner el acento político. También advirtió del compromiso para revertir la tendencia de los últimos años para que el remanente se destine a inversión y no al gasto ordinario.
El capítulo 1 de personal supondrá en este presupuesto inicial casi el 50%, con una amortización de préstamos de más de 534 mil euros y unas inversiones que provisionalmente se cifran en 213 mil euros, a la espera de incorporar el remanente, adelantando propuestas como la creación de zonas de sombra en los centros educativos y guarderías, o el arreglo de aceras.
La portavoz de En Comú Podem, socia de ERC en el gobierno, Arantza Molina, defendió que era importante aprobar el presupuesto, un combustible muy necesario para poder hacer avanzar al municipio.
Reacción de la oposición
Desde el Partido Popular, la portavoz Mari Carmen Díaz incidió en la queja de los grupos de la oposición por la falta de voluntad del gobierno a negociar con algunas formaciones y del poco tiempo para trabajar la propuesta del gobierno y hacer aportaciones. Expresó su queja por la partida de inversión, poco más de un 1% del presupuesto, o de no haber dotado de cantidad alguna al fondo de contingencia.
La CUP fue uno de los partidos más contundentes a la hora de calificar la actitud del gobierno. Su portavoz, recordó la situación económica del Ayuntamiento y la falta de planificación en los últimos años con el fin de ajustar el presupuesto y revisar la recaudación municipal. En relación al acuerdo de gobierno con el PSC, apuntó a un giro del gobierno y a la oportunidad perdida de hacer políticas verdaderamente de izquierdas.
El PSC avanzó al inicio de su intervención el voto favorable al presupuesto. Pedro Campos recordó la vocación de gobierno de su grupo y la predisposición a asegurar la gobernabilidad del Ayuntamiento, destacando el trabajo y entendimiento entre los partidos durante las últimas semanas.
Por su parte, Junts per Sant Sadurní también fue muy crítico a la hora de valorar las formas del gobierno con los grupos de la oposición, acusándolo de falta de transparencia, nula voluntad de negociación y desprecio a los sadurninenses que votaron de otras opciones políticas. El portavoz, Ton Amat, insistió en el valor de la planificación, de la necesidad de reestructurar y mejorar la organización municipal, y también apuntó al PSC como cómplice de esta manera de hacer política del gobierno.
