Ayer, el Museu Deu celebró sus 30 años, con un acto muy especial para celebrar el aniversario de una de las colecciones de arte más importantes de Cataluña, el legado del notario Antonio Deu Font en el municipio de El Vendrell.
El acto consistió con unos parlamentos emotivos de Núria Payan y Ernest Benito, actual directora y primer director del museo, respectivamente, y del historiador de arte y museólogo, Damià Amorós, que puso en valor la importancia del fondo de arte del equipamiento. Acto seguido, Camerata XXI hizo un concierto con la interpretación de seis piezas musicales especialmente escogidas para la ocasión. Y el alcalde de El Vendrell, Kenneth Martínez, cerró el acto con un parlamento institucional e invitó a la actual directora a subir al escenario para soplar las spoilers del pastel de cumpleaños, junto con trabajadores del museo.
El Museo Diez abrió sus puertas el 29 de abril de 1995, en la antigua casa señorial de Cal Rabassó, para exponer la colección privada de arte del notario Antoni Deu Font. En la entrada del museo se pueden leer las siguientes palabras del Señor Diez: “Quería que los vendrellencos pensaran que, en todo lo que podrán ver en este museo, tienen una alícuota parte (o sea, una parte proporcional), en aquella medida en que en cualquier momento tuvieron que necesitar mis servicios como notario”.
Por tanto, ayer se celebraron los 30 años de un museo que acoge una de las colecciones de arte más importantes de Cataluña, gracias a la pasión, la sensibilidad y el afán íntimo de un coleccionista, que fue adquiriendo obras de arte gracias a los honorarios que, como notario, cobraba a vendrellencos y vendrellencas que requirieron sus servicios.
Por ello, en un momento dado, el señor Deu manifestó su voluntad de hacer donación de la totalidad de sus colecciones a la villa de El Vendrell. Este ofrecimiento fue aceptado por el Ayuntamiento en el año 1987, con el compromiso de construir un museo para exponer el conjunto de obras de arte que formaban su legado. Con el fin de gestionar este patrimonio, que pasaba a ser de titularidad pública, se constituyó la fundación pública municipal que lleva su nombre.