Un caso triste, donde nadie tiene la culpa excepto el sistema.
Que la atención en salud mental es insuficiente es una evidencia; y esta desatención suele acarrear consecuencias a veces fatales.
Recordemos que ayer, en la comisaría que los Mossos d’Esquadra tienen en Reus, un hombre se presentó alertando de que quería suicidarse. Ante la insistencia de esta persona, los Mossos activaron el protocolo médico y lo derivaron al Centro de Salud Mental Pere Mata.
La sorpresa (y el susto) ha sido cuando el hombre ha vuelto a la comisaría a las tres de esta madrugada armado con una escopeta de balines, con el que ha disparado contra los agentes que había.
El hombre ha acabado abatido.
Este hecho ha sido denunciado por los sindicatos de Mossos SAP-Fepol y SME-Fepol, que han considerado imprescindible revisar los protocolos en estos casos.
Desde los sindicatos no entienden cómo el hombre, que había manifestado repetidas veces sus intenciones suicidarse y se mostraba visiblemente alterado, no ha quedado ingresado en el centro psiquiátrico.
Finalmente, reclaman que en la investigación que se ha abierto de este caso “se esclarezcan todos y cada uno de los extremos que han provocado el desenlace”.