Crear las situaciones para que los catalanohablantes no cambien de lengua. Con este propósito, la concejala de Lengua de Vic, Bet Piella, ha sacado adelante un ambicioso Plan de Acción por la Lengua que afecta de manera transversal a todas las concejalías, pero también interpela a sectores de fuera como el comercio o la cultura. “Queremos que los catalanohablantes sean muy conscientes de que la defensa de la lengua y los derechos lingüísticos es un gesto individual que depende de cada uno”, ha dicho Piella recordando a la lingüista Carme Junyent. “Ahora queremos pasar de ver el catalán como algo romántico a la militancia activa”, ha añadido la regidora. Una de las medidas es la introducción de cláusulas lingüísticas en los contratos públicos que velen por el uso del catalán.
Con el eslogan ‘Defender la lengua, estimar el país’, este miércoles se da oficialmente el pistoletazo de salida al Plan de Acción por la Lengua del Ayuntamiento de Vic para que los catalanohablantes sean conscientes y pongan en valor su lengua y hagan una defensa activa no cambiándola fácilmente. “Nosotros mismos tenemos la capacidad de defender la lengua si no cambiamos de lengua en todos los ámbitos de la vida diaria”, ha dicho Bet Piella.
“Es verdad que la situación en Vic no está tan mal, pero vamos a detectar algunas señales de alarma”, ha dicho la regidora. Como por ejemplo la situación en el patio de las escuelas o en algunos comercios cuando se va a comprar. “La lengua vehicular sigue siendo el catalán, pero se está empezando a perder”, ha lamentado. Y para evitar que pase lo que ha pasado en otros lugares del país han decidido poner en marcha este plan, “para revertir una situación que empieza a ser preocupante”. Hoy por hoy, el consistorio no tiene datos actualizados de los usos lingüísticos en la ciudad, pero se acaba de encargar uno, sobre todo enfocado a los patios de las escuelas, para tener una radiografía más esmerada.
El plan prevé una serie de acciones de carácter interno y externo. La regidora ha explicado que han hecho un análisis interno “y ponernos las gafas de lengua”. Según la regidora, ya nadie se imagina que desde las diferentes áreas del consistorio no se tengan en cuenta “las gafas de género o de sostenibilidad ambiental”. “Pues ahora también nos pondremos las gafas de la lengua en todo lo que hacemos”, ha dicho.
Desde un punto de vista interno se han previsto acciones que van desde el establecimiento de cláusulas lingüísticas en contratos públicos hasta la formación de trabajadores que quieran pasar del C1 al C2 o tener en cuenta el catalán en las bases reguladoras de las subvenciones que se den. “Evidentemente premiaremos a aquellas empresas que tengan conciencia por la lengua y quieran ofrecer sus servicios en la ciudad”, ha señalado la concejala.
Piella ha explicado que todo ello quieren que haga “un efecto cadena”, “para que los proveedores sean conscientes de que para presentarse a concursos se premia la lengua, y eso tenga un efecto en la cadena para que después también los ciudadanos se sientan mejor atendidos”. La voluntad es que “otros ayuntamientos también dieran este paso”. “Tenemos que hacer esta tarea de encomendar”, ha añadido.
Por citar algunos ejemplos, a nivel externo, Bet Piella ha explicado que se velará por el cumplimiento de la ley de política lingüística o se ofrecerán conferencias sobre la lengua protagonizadas por jóvenes influenciadores catalanes. También está previsto crear un distintivo que reconozca a las empresas de la ciudad como lingüísticamente responsables.
La regidora ha añadido que el trabajo que se desarrollará en muchos casos se hará de la mano con entidades que luchan por la defensa del catalán -como el Consorcio por la Normalización Lingüística de Osona, Òmnium, Plataforma per la Llengua o el colectivo Mantinc el Català, entre otros- con quien desde hace meses se va cocinando el proyecto.
El plan de acción se ha presentado públicamente en la sala de la Columna del Ayuntamiento de Vic antes de la conferencia ‘El derecho a vivir plenamente en catalán’, que ha pronunciado la directora de la Plataforma per la Llengua, Rut Ribagorçana.