El Ayuntamiento de Solsona ha terminado esta semana una serie de actuaciones de mejora de la seguridad en el campo de fútbol municipal iniciadas en diciembre. Se han eliminado los cantos de hormigón del perímetro oeste y se han creado vados en los accesos a los vestuarios. Asimismo, se han instalado puertas nuevas para delimitar mejor el espacio restringido de los jugadores y técnicos.
Con el fin de suprimir los cantos peligrosos, la valla oeste se ha desplazado unos cuantos centímetros adelante. Igualmente, se han eliminado los peldaños del campo de fútbol en los accesos a la zona de vestuarios, que podían resultar peligrosos para los jugadores y jugadoras.
Paralelamente, para dar respuesta a una petición del Club Fútbol Solsona, se han instalado dos puertas metálicas que delimitan mejor el espacio de los vestuarios y otra en medio campo para facilitar las entradas y salidas de los jugadores, especialmente pensando en los partidos de fútbol 7.
“Normativamente, el campo de fútbol municipal ya cumplía las medidas de seguridad. Con todo, teníamos pendientes estas actuaciones que permiten reducir riesgos”, explica el concejal de Deportes, Joan Parcerisa. Estos trabajos han sido ejecutados por la brigada municipal, Taller de cerrajería y mecanización Joan Canalda i Construccions y montajes Arta, y han tenido un coste de 6.200 euros.
Por otro lado, se ha aprovechado estas actuaciones para retirar un tramo de valla del campo para habilitar un espacio para guardar los banquillos del fútbol 7 y recolocarla en el gol norte.
Más de 300 jugadores y jugadoras
Actualmente hacen uso del campo de fútbol municipal de Solsona más de 300 jugadores y jugadoras, organizados en una veintena de equipos del CF Solsona y el Fútbol Base Solsona Arrels, y se disputan medio millar de partidos al año. Las instalaciones también dan servicio al Instituto Francesc Bofarull y a otros centros educativos que lo solicitan puntualmente.