El Ayuntamiento de Manresa ha pedido a la Federación de la Inmaculada Concepción Hermanas Clarisas Capuchinas, con sede en Cádiz, que explore la posibilidad de ceder a la ciudad el Convento de las Capuchinas, o que en el caso de una venta del inmueble, el Ayuntamiento sea tenido en cuenta de manera preferente como posible adquirente.
La solicitud la ha hecho por carta el alcalde de Manresa, Marc Aloy Guàrdia, a la presidenta de la entidad religiosa, después de que esta semana las dos últimas monjas que vivían en el convento se hayan marchado.
El alcalde Aloy ha recordado que se trata de una comunidad que acumula casi 400 años de historia en Manresa y que el convento tiene un alto valor histórico y sentimental para la ciudad, que ayudó a que se hiciera realidad hace cuatro siglos. Ubicado en el Barrio Antiguo, en la calle Talamanca, tiene una dimensión de 4.500 metros cuadrados, entre edificios y huertos.
También ha explicado que en los últimos años se ha estado pendiente de la situación del convento y de su devenir y, por este motivo, ha pedido que “cualquier operación o decisión sobre el convento que tome la Federación tenga en cuenta el Ayuntamiento, y más cuando la voluntad de las monjas siempre ha sido darlo a la ciudad”.
A su vez, ha solicitado que “hasta que no haya una decisión, el convento no quede vacío” y que “las personas que desarrollan actividades de huertos urbanos puedan seguir haciéndolo como mínimo hasta el final de la cosecha de lo que ahora hay plantado”.