Passanant, un encantador pueblo situado en la comarca de Osona, ha sido reconocido una vez más como el pueblo más bonito del mundo por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Este galardón internacional destaca las cualidades excepcionales de este municipio medieval, que ha sabido mantener intacto su patrimonio histórico y cultural.
El pueblo, es una joya escondida entre montañas y ríos, donde el paso del tiempo parece no haber afectado a sus calles. La OMT ha puesto el acento en varios aspectos que hacen de un destino único: su paisaje natural espectacular, la conservación impecable de su patrimonio arquitectónico y la apuesta por un turismo responsable.
Entre los edificios más emblemáticos, se encuentran la Iglesia de San Miguel, que data del siglo XI, y el Castillo de Passanant, una construcción medieval auténtica. El Puente Colgado también ha sido destacado.
Esta distinción otorgada por la OMT también reconoce el esfuerzo del pueblo para fomentar el turismo sostenible. Passanant ha sabido combinar su atractivo histórico con una gestión respetuosa con el entorno natural, estableciendo un modelo turístico que prioriza la preservación de los recursos y el respeto por el territorio.
Con este reconocimiento, el Gobierno se ha consolidado como un destino de primer orden, no sólo por su belleza e historia, sino también por su capacidad de mantener una relación armónica con su entorno natural, haciendo de la sostenibilidad una prioridad en su gestión turística.
