Tras entrada la primavera, el planeta celebra, este 22 de marzo, el Día Mundial del Agua. Para la cita de este año, Naciones Unidas pone el foco en la “conservación de los glaciares”, con un llamamiento para concienciar sobre la gran evidencia: la correlación entre las emisiones de gases de efecto invernadero y el ritmo de fundición de las grandes masas de hielo del planeta. El hielo, la nieve y los glaciares son elementos gravemente perjudicados por el avance del cambio climático. El calentamiento global acelera un deshielo de los glaciares que tiene repercusiones no sólo ambientales, sino también sociales y económicas.
Muy cerca nuestro, los Pirineos también se ven impactados por el cambio climático. En las últimas décadas, el aumento de las temperaturas ha acelerado la reducción de la nieve y el retroceso de los glaciares pirenaicos, como la del Aneto o la del macizo del Besiberri, que han disminuido drásticamente en extensión y volumen, lo que ha afectado al equilibrio ecológico y a los recursos hídricos.
Cataluña no es ajena a este fenómeno global, y sufre una situación de sequía grave que ya dura más de tres años. Aunque el último episodio de lluvias ha paliado temporalmente la situación, los embalses de las cuencas internas se encuentran en torno al 45 % de su capacidad. Si examinamos la última década, el agua almacenada en esta época se sitúa, de media, en el 65 %. El cambio climático afecta al ciclo del agua y altera su equilibrio global. Una realidad a la que Agbar responde con actuaciones en torno a cuatro ejes prioritarios: la resiliencia, la descarbonización, la circularidad y la digitalización.

Innovación para acelerar la transformación
En el marco de los planes de digitalización y sostenibilidad del ciclo del agua, Agbar está implementando soluciones como el beso digital de las redes de distribución, plataformas de monitorización en tiempo real, robots para la inspección interna de tuberías y drones con cámaras térmicas para identificar pérdidas de agua y evaluar el estado de las infraestructuras desde el aire.
La integración de inteligencia artificial y la expansión de las redes de sensores permiten una gestión predictiva de las infraestructuras, de manera que podemos anticiparnos a las incidencias y, por tanto, hacer una gestión más sostenible y resiliente del agua potable.
En este sentido, los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), de digitalización del ciclo del agua, suponen una oportunidad única para la adaptación al cambio climático de las infraestructuras del ciclo del agua de los municipios.
A-MEDI (Agua Mediterránea Digital) es el PERTE que Agbar desarrolla junto con los ayuntamientos de Valls (Alt Camp); Sant Pere de Ribes, Sitges, Canyelles y Olivella (Garraf); y Castellet i la Gornal, Olesa de Rosanes y Sant Cugat Safaja (Alt Penedès). Un proyecto transformador que prevé más de un centenar de actuaciones valoradas en más de 7 millones de euros, y que tiene una financiación del 85 % proveniente de fondos europeos.
A-MEDI propone digitalizar la captación, la distribución, el consumo y el drenaje urbano de los ocho municipios con la implementación de soluciones tecnológicas para una gestión avanzada del servicio de agua y alcantarillado. Softwares específicos, plataformas y herramientas digitales que, mediante la aplicación de la inteligencia artificial, permiten obtener información en tiempo real del estado de las redes, con el objetivo de favorecer el mantenimiento predictivo de las infraestructuras hidráulicas y la aplicación de medidas correctoras en la red de forma preventiva.
A-MEDI avanza también con el despliegue de la telemedida en el parque de contadores de estos municipios. Una herramienta con ventajas tanto para los usuarios y usuarias del servicio como para los ayuntamientos y el gestor del servicio, ya que posibilita tener un control exhaustivo del consumo de agua las 24 horas del día y, por tanto, la detección inmediata de posibles fugas y consumos anómalos. Además, este sistema permite una facturación exacta, sin lecturas manuales o estimadas. Así, una de las consecuencias que ya se han podido confirmar en los municipios que ya disponen de esta tecnología es la reducción de las reclamaciones en casi un 30 %. Pero, además, la telemedida es una herramienta fundamental en la reducción del agua no registrada. En promedio, este sistema permite mejorar un 5 % la eficiencia de las redes de agua. Por lo tanto, es un instrumento fundamental en la preservación del recurso y en la reducción de la huella hídrica.
Este conjunto de actuaciones mejorará el rendimiento técnico hidráulico (el indicador que señala la diferencia entre el agua suministrada y el agua que se registra en cualquiera de los contadores instalados en los puntos finales de entrega de agua) de cada municipio en más de 10 puntos de media.
Soluciones circulares para fomentar la neutralidad climática del ciclo integral del agua
La autoproducción energética para la mejora de la calidad ambiental es una de las otras líneas de actuación de Agbar que se apoyan en la innovación para minimizar las emisiones generadas en los procesos de tratamiento y acelerar su transición ecológica. La compañía impulsa la producción de energía en las plantas depuradoras con la aplicación de un modelo basado en la economía circular, orientado a conseguir un reaprovechamiento total de los residuos.
En total, en 2024 Agbar generó en Cataluña más de 14 millones de kWh de energía eléctrica. producida con fuentes renovables, principalmente, mediante la cogeneración con biogás de las depuradoras y las instalaciones solares fotovoltaicas. Con estas actuaciones de mitigación del cambio climático, en 2024 se han evitado 3.656 toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a la capacidad de absorción de 6.647 árboles mediterráneos.
La anticipación, factor determinante ante el desafío climático
Ante un escenario en el que las consecuencias del cambio climático son una realidad con clara manifestación en nuestro entorno más cercano, como la virulencia de algunos episodios de DANA o la prolongación de los periodos de sequía, resulta determinante adoptar una visión a largo plazo y apostar firmemente por la innovación. Agbar construye estrategias que permiten adelantarse a los acontecimientos, impulsando la digitalización, la economía circular, la descarbonización y las alianzas público-privadas. Este enfoque es el que permite desarrollar infraestructuras resilientes y sostenibles, con capacidad de anticipación ante episodios meteorológicos extremos.