La presencia de cocaína en las aguas residuales de Barcelona disminuyó un 43% en 2024 respecto al año anterior, mientras que la ketamina sigue en aumento, si bien bastante menos que en 2023, cuando se disparó su detección. Según los últimos datos publicados por la Agencia Europea de las Drogas (EUDA, por sus siglas en inglés) la detección de cocaína en la capital catalana ha disminuido en el último año, si bien sigue estando entre las más altas de Europa. Tarragona, sin embargo, se mantiene estable y todavía es la segunda ciudad europea con una presencia más alta de cocaína, solo después de Anvers, considerado uno de los puertos principales de entrada de esta droga.
El estudio anual sobre aguas residuales publicado por la EUDA revela un aumento global de MDMA, cocaína y anfetamina en Europa y una disminución del cannabis, si bien con diferencias según la ciudad.” El estudio de este año, que cubre un récord de 128 ciudades europeas, dibuja una imagen clara de un problema de drogas que es a la vez generalizado y complejo, con las seis sustancias detectadas en casi todas las ciudades analizadas”, el director ejecutivo de la EUDA, Alexis Goosdeel, en un comunicado.
La detección de la ketamina se estabiliza
La presencia de ketamina en las aguas residuales de Barcelona se disparó un 77,2% en 2023, según datos de la EUDA. En cambio, la agencia europea de las drogas considera que los niveles se han “estabilizado”, ya que en 2024 su detección se incrementó sólo un 7%.
Con todo, los niveles más altos de esta sustancia en las ciudades europeas analizadas se detectan en Bélgica, los Países Bajos, Hungría y Noruega. En cambio, España continúa arriba del ranking de presencia de cocaína en las aguas residuales, sólo por detrás de Bélgica y los Países Bajos.
