Tarragona ya está preparándose para homenajear a una de sus figuras más estimadas, Eduard Boada Pascual, conocido por todos como el alma del popular bar Casa Boada y por sus deliciosos bocadillos que se convirtieron en toda una institución en la ciudad.
Aunque nació en Solivella en 1942, su historia y su legado forman parte del corazón de Tarragona, donde su figura ha trascendido generaciones. Tras su muerte en diciembre pasado, la ciudad ha mostrado su afecto y reconocimiento hacia él, con numerosos homenajes de diversos locales, conversaciones y muestras de apoyo popular.
La institución local no ha querido pasar por alto su legado y, se decidió declararlo oficialmente hijo adoptivo de Tarragona. Ahora, se ha anunciado que esta distinción tendrá lugar el próximo martes 27 de mayo a las 18:30 horas en el Paseo Arqueológico. Este reconocimiento se suma a los que ya había recibido, como la medalla al Mérito Cultural en 2010 o su papel como pregonero de Santa Tecla en 2019.
Desde el Ayuntamiento invitan a todos a acompañarles en este emotivo homenaje, y quien desee asistir deberá confirmar antes del 23 de mayo enviando un correo a [email protected].