Los sanitarios que conforman los Servicios Sanitarios de Mas Enric han denunciado a través de un comunicado las condiciones “bajo mínimos” en las que trabajan en el centro penitenciario de El Catllar.
Han querido aprovechar el comunicado para recordar a La Noria, la cocinera asesinada en la cárcel por un interno que luego se suicidó, y recuerdan que hace años que viven bajo “el abandono y maltrato” de unas condiciones que les dejan “a la mano de Dios”.
Denuncian que los trabajadores tienen contacto directo con los presos, que “no llevan un mono naranja, ni esposas, ni van custodiados” y que circulan libremente “por los diferentes departamentos: talleres, comunicaciones, cocina, destinos a otros módulos…”.
El comunicado incide en que hace años que hay carencia de personal de interior y que la figura de los “funcionarios de movilidad” desapareció de la cárcel, que eran precisamente los vigilantes que acompañaban a los internos. Ahora esta tarea va a cargo del sistema de videovigilancia, donde solo hay “una o dos personas” que tienen que controlar todo lo que pasa en el centro, donde puede “llegar a haber 40 internos circulando libremente” por la avenida de la cárcel, conocida como calle Mayor.
Los trabajadores aseguran que se mezclan con los internos por los pasillos, un hecho especialmente peligroso en su caso, porque algunos de los trabajadores de Servicios Sanitarios se desplazan con fármacos, psicotrópicos y herramientas como bisturís, contenedores de agujas y otros materiales peligrosos.
Aseguran que las TCAIS (Técnicas en Cuidados de Auxiliar de enfermería) no disponen de emisora de radiofrecuencia para alertar en caso de que haya algún problema, sino que “deben atravesar 600 metros” desde la enfermería hasta el último módulo “confiando en la buena fe de quien vamos cruzando por el camino”. Además, denuncian que en invierno falta luz tanto por la mañana como en el último envío de la tarde, haciendo este trayecto aún más peligroso.
También señalan, como ya han hecho los enfermeros y médicos de las cárceles, que se quedan solos en la consulta con los internos y que acompañan a los especialistas “sin más vigilancia que un único funcionario que no da abasto”. Denuncian que, si el funcionario tiene que marcharse a hacer otras tareas, a veces se llegan a quedar solas con los internos.
“Nosotros vamos cada día 3 veces al día a todos los módulos y somos los que más insultos y amenazas recibimos, los que más “Comunicados de Hechos” escribimos y que creemos que no sirven para nada”, insisten. Señalan que, muchas veces, a pesar de los insultos, los funcionarios que vigilan no pueden hacer nada porque son dos para controlar un módulo con más de 100 internos.
El comunicado denuncia también que Mas Enric es el centro penitenciario con la ratio de TCAIS más bajo de todas las cárceles catalanas: 10 TCAIS para unos 800-900 internos, afectando a la calidad de su trabajo y a su salud mental, teniendo que hacer horas extras.
“Han intentado pincharnos con un mango de escoba roto a través de una reja, nos han agarrado las manos, dado golpes con una muleta en la pandilla a través de una ventana, escupido en la cara, llamado, amenazado, insultado todo el trayecto antes mencionado desde el módulo más lejano hasta enfermería sin nadie hacer nada”, denuncian, y añaden que también han recibido “amenazas de tipo sexual” y les han llegado a amenazar de muerte.
